miércoles, 29 de diciembre de 2021

Antes que se cierre la puerta

 


Antes que se cierre la puerta

“Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad.” Lucas 13:25-27

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.” Isaías 55:6

¡Creed en Jesucristo antes que se cierre la puerta!, porque en los días de Noe todos estaban comiendo y bebiendo sin tener en cuenta a Dios, solo pensando en sí mismos y en satisfacer sus deseos, y tuvieron la oportunidad de subirse al arca, pues estuvo durante muchos años abierta, pero cuando llegó el tiempo señalado nos dice la escritura que “Y los que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había mandado Dios; y Jehová le cerró la puerta. “Génesis 7:16.

El mismo Dios cerró la puerta, una puerta que ahora tiene abierta para todos, pues el que crea en Jesucristo puede ser salvo. Pero Dios abre puertas que nadie puede cerrar y también cierra puertas que nadie puede abrir (Apocalipsis 3:7-8).

Por su inmenso favor, la puerta de la gracia de Dios está abierta y esa puerta es su mismo Hijo, pues el evangelio nos recuerda las palabras de Jesús que dice “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” (Juan 10:9).

Como vemos, el Señor no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9). Así que, con suma urgencia ¡Creed en Jesucristo, la puerta de su gracia está aún abierta!   Oración.

«Padre, gracias por salvarme por medio de la fe en tu Hijo Jesucristo, no por mis méritos sino por tu inmenso favor. Por tu palabra de verdad, que permanece para siempre, sé que no quieres la muerte del que no cree, sino que proceda al arrepentimiento y vaya a la cruz; así que mi Señor, lléname de tu Espíritu para anunciar el mensaje de perdón y salvación en Cristo, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito

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