viernes, 16 de octubre de 2020

Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros

 


Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros

Isaías 41:1-4 “Escuchadme, costas, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio. ¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorear de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata? Los siguió, pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado. ¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros”.

Apocalipsis 22:13 “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último”.

Jeremías 9:24 “Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”.

Las naciones tienen que esforzarse por buscar a Dios como dice su Palabra: “esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio”. Estar juntamente a juicio con Él, es ponerse de acuerdo con su voluntad, y sólo podrá hacerse si aprendo temor o respeto reverente hacia el poderoso Dios del universo. Sólo por el Espíritu podemos entender esta perspectiva en el Señor y no bajo nuestra mente carnal, que solo quiere hacer su egoísta voluntad. Saber que Él es soberano sobre nuestros tiempos y que es la solución para todas las necesidades de nuestra vida.

Cuando dice la palabra: “¿Quién llama las generaciones desde el principio?” debemos entender que somos una realidad en algún momento de la historia, porque tuvo nuestros nombres en su memoria desde antes de la fundación del mundo. Antes de que Jesús creara el mundo llamó las generaciones. Porque la historia no es una combinación de hechos aleatorios, sin significado y sin dirección, tampoco es un ciclo destinado a repetirse una y otra vez, es Dios el que dirige todos los asuntos humanos, por su infinita grandeza y soberanía, Él que se llamó a sí mismo el Primero y el Postrero. Es antes y después de la historia humana, Él empieza y termina todo, por eso tiene autoridad sobre todas las cosas y sobre nosotros como su creación más sublime. Esto implica que hay un plan diseñado por Dios para cada uno de nosotros que Él cumplirá a cabalidad.

Como dice el Salmo 33:8-9 “Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió”. Sin esta comprensión espiritual nunca podemos entender cuando Jesús dijo: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último”, se lo dijo al apóstol Juan, un anciano experimentado en quebranto, que aprendió humildad, mansedumbre y temor en su trato con Dios.

Para desarrollar temor a Dios, debemos esforzarnos por conocer y entender quién es Él. Esto sólo se logra en una relación directa, genuina y de amor con nuestro amado Dios.  Oración.

«Amado Dios, sé que tu plan de salvación abarca todas las generaciones, por eso seguirás obrando en cada una de ellas, ya viste mi pasado y conoces mi futuro, me tuviste en mente antes de nacer, ahora solo anhelo entenderte y conocerte, para eso debo permanecer en una genuina relación de amor contigo, aprendiendo temor reverente y caminando en santidad, permitiendo que enseñes a mi corazón humildad y mansedumbre para hacer tu voluntad. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.

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