jueves, 1 de junio de 2017

Fe No Es Dudar


Fe No Es Dudar



Pasaje clave: Proverbios 24:30-34.

Una persona que no cree en sí misma, tendrá vagancia. La va­gancia es la creencia de que no podemos hacer las cosas; el vago es un experto en poner excusas, vive todo el día dormido.

Proverbios dice: “¡Hasta cuando has de dormir, vago!”

El vago no tiene acción, porque no se cree capaz de conquistar aquello que está dentro suyo, no tiene fe.

Un filósofo dijo: “un hombre es tan miserable como piensa que es”, a lo que otro afirmó: “ellos pueden porque piensan que pueden”.

La Biblia dice, “El vago desea, pero nunca alcanza” (Prov.13:4).

“El vago pone la mano en el plato, pero no lleva el bocado a la boca porque le pesa” (Prov.19:24) dice Salomón. Es decir, al vago todo le pesa.

“La codicia del vago lo lleva a la muerte” (Prov. 21: 24), lo que signi­fica que se muere del corazón por el estrés de no hacer nada.

Y a la vez, Prov. 26:16 cita: “Se cree más sabio que siete sabios”, y no sabe ni quiere reconocer su vagancia.

Y como la persona no cree en sí misma, será pesimista.

El pesimista siempre idealiza lo que pasó, llora su presente e idealiza su pasado; cuando va al fu­turo idealiza su pasado y llora su presente.

Siempre pensará negativamente: “A mí nunca me toca una ben­dición”; “¿Es que mi fe no alcanza? ¿Qué tengo que hacer?”

El negativo se enfrenta a tres enemigos importantes:



1. No tiene sueños:

Como no sabe a dónde quiere llegar, su fe no crece. La fe es para ser usada, para alcanzar una meta y para bendecir a alguien. Si no sabe a dónde se quiere llegar, ¿cómo va a utilizar la fe?

El problema reside en que Dios nunca te va a dar provisión si primero no hay visión.

No es que la provisión no esté, sino que no la puedes ver porque la visión no está clara.

Si no tienes visión nunca vas a liberar fe, porque la visión trae provisión.

La visión desata la fe.

Lo primero que tenéis que restaurar en tu vida son tus sueños, recuperar las ganas de soñar, de alcanzar metas grandes en to­das las áreas de tu vida. Si no tienes sueños no tienes fe.



2. Egoísmo:

Egoísmo quiebra la fe, la gente egoísta no tiene fe. Tienes que aprender a mirar más allá de ti mismo, de lo contrario nunca podrás ver al otro. Por ejemplo: si tenéis que abrir puertas y ya viste quién es tu contacto de oro, pero no sabías cómo hacer para acercarte, llévale un regalo.

Salomón dijo: “Con regalos se abren todas las puertas y se llega delante de gente importante”.

Este es un principio que usan los negociadores que saben de marketing; saben que si te dan algún beneficio te asegurarán como cliente. Pero eso no lo descubrió el marketing moderno, lo descubrió Salomón.

Otro ejemplo, en Proverbios 21:14 dice: “El regalo secreto apa­cigua el enojo”. Si hay alguien enojado con vos y queréis arre­glar esa situación, llévale un regalo.



3. Incredulidad:

Dios no tiene problemas con nuestras dudas sino con nuestra incredulidad. La diferencia es que incrédulo es aquella persona que teniendo motivos para creer decide no hacerlo; pero duda es cuando no sabe.

Incredulidad es cuando ya viste bendiciones en tu pasado por­que Dios ya lo hizo.

Dios aborrece al incrédulo. Le dio evidencias para creer y sigue dudando…

Por ejemplo: ¿si el Señor te ayudó económicamente en tu pasado en muchas oportunidades, por qué no lo hará en el presente? Tienes evidencia para creer y no lo haces.

Dios te dio evidencias para que creas por eso te dice: “Si te cuidé en el pasado ¿cómo te voy a abandonar ahora?

Si te di la corbata te daré el saco; si te día la silla te daré la mesa; si te abrí las puertas de tu trabajo te daré la gerencia, si te día la llave te daré la casa. Yo te bendeciré por completo”.

Comienza a creer en ti y a activar la fe que Dios ya puso en tu corazón. Suelta palabras que activen tu capacidad de soñar para ver la visión y atraer así más fe a tu vida.

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