viernes, 22 de enero de 2016

¿Sabes a Que Has Sido Llamado Según La Biblia?

¿Sabes a Que Has Sido Llamado Según La Biblia?
“VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA” (Mateo 5:13)    Un día Jesús sanó a un hombre poseído por los demonios que había pasado años separado de su familia. Después de ser liberado, el hombre quería seguir a Jesús, pero éste le dijo: “Vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo” (Lucas 8:39). En otras palabras, empieza donde estás, usa lo que tienes y haz lo que puedas. La Biblia dice: “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mateo 5:13). La sal no existe para su propio fin. Tiene que ser echada en algo más grande que ella misma; sólo entonces cumple su propósito.
Pero ten cuidado, no seas dirigido por tu ego. El deseo de destacar en algo puede ser engañoso. No puedes hacerlo por ti mismo y para tu propio provecho, sino que debes hacerlo con Dios y para lograr Sus propósitos. ¡Entonces Él te bendecirá!
VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA (Mateo 5:13)
Cuando Dios llamó a Moisés, una de las preguntas que le hizo fue: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? (Éxodo 4:2). Moisés llevaba su cayado de pastor, símbolo de su forma de ganarse la vida; era para lo que valía, representaba su sustento, su rebaño era su riqueza y la seguridad de su familia. Pero Dios le pide que estuviera dispuesto a entregarla. Dios sigue preguntando hoy: ¿Qué tienes en tu mano? ¿Qué te ha sido dado?: Tus dones, tu dinero, tu temperamento, tu experiencia, tus relaciones, tu mente, tu educación. Dios te ha dado lo que el Dr Martin Seligman llama: sellos de calidad.
Éste clasificó las capacidades humanas en varias categorías, las cuales define como: a) sabiduría y conocimiento (en las que se incluyen aspectos como la curiosidad, el gusto de aprender cosas nuevas, el juicio ecuánime y la inteligencia social); b) valentía (perseverancia e integridad); c) humanidad (el ser bondadoso y expresar misericordia); d) justicia (la capacidad de promover la imparcialidad y el liderazgo); e) templanza (cualidades como el dominio propio, la prudencia, la humildad); f) transcendencia (apreciar la belleza, expresar gratitud, la habilidad de tener esperanza, la capacidad de estar gozoso). Todos tenemos la capacidad de cada una de estas cualidades, pero unas son más prominentes en ti que otras; ésas son tus “sellos de calidad”. Si los identificas, comenzarás a entender tu llamado.
Muchas veces pensamos que Dios no puede o no quiere usarnos a causa de nuestras debilidades. Pero es todo lo contrario. Nadie puede hablarle mejor a los que están en duelo que ésos que también han perdido a un ser querido. Chuck Colson fue el abogado en jefe de la Casa Blanca, hasta el escándalo Watergate. Pero hasta que no se encontró en la cárcel no estuvo dispuesto a relacionarse y congregarse con los otros reclusos. Hoy mismo, si se lo permites, Dios te va a usar.
VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA (Mateo 5:13)
Observa lo siguiente:
1) Tu llamado a veces tiene que ver con eso que te inquieta profundamente.
Para Moisés, era la opresión de su pueblo. Así que Dios usó eso y llamó a Moisés para llevar a su pueblo a la libertad. Para William Wilbeforce era la esclavitud. Dedicó su vida entera a hacer que se erradicara en Inglaterra, lo que ocurrió poco antes de su muerte. Para el Dr. Martín Lutero King fue la injusticia de una sociedad que esclavizaba y oprimía a los negros. Así que soñó y predicó, y se manifestó y organizó y boicoteó y el Movimientos de los Derechos Civiles cobró vida. Si quieres descubrir tu llamado, empieza a orar por aquello por lo que sientes profunda carga. Por lo general tratamos de evitar lo desagradable, pero si sientes que tu llamado tiene que ver con ayudar a los pobres, pasa un tiempo con los que viven en pobreza. Deja que tu corazón sea conmovido, lleva en ti la convicción de que las cosas deben cambiar y sigue orando: “Señor, haz de mi un instrumento de cambio”.
2) Tu llamado demuestra que Dios cree en ti.
Cuando Jesús llamó a sus discípulos, éstos no tenían ninguna apariencia de ganadores. Por lo general, en esos días si alguien iba a a ser el discípulo de un rabino, tenía que empezar mucho más jóven. Además, los rabinos no reclutaban, sino que escogían entre los que lo solicitaban. Pero no así Jesús. Él escogió a un médico, un recaudador de impuestos y unos pescadores y dijo: “Creo en vosotros, y lo que yo sé os lo voy a enseñar. Y les prometió: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará” (Juan 14:12). ¡No es de sorprender que dejaran sus redes! Jesús dio el poder a sus seguidores de ir y vivir como Él vivía. Hoy, a ti te está llamando a hacer lo mismo.

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