miércoles, 24 de diciembre de 2014

Hechos 24:2-9

Hechos 24:2-9


Cuando se hizo comparecer al acusado, Tértulo expuso su caso ante Félix: excelentísimo Félix, bajo su mandato hemos disfrutado de un largo período de paz, y gracias a la previsión suya se han llevado a cabo reformas en pro de esta nación.  En todas partes y en toda ocasión reconocemos esto con profunda gratitud.  Pero a fin de no importunarlo más, le ruego que, con la bondad que lo caracteriza, nos escuche brevemente.  Hemos descubierto que este hombre es una plaga que por todas partes anda provocando disturbios entre los judíos.  Es cabecilla de la secta de los nazarenos.  Incluso trató de profanar el templo; por eso lo prendimos.  Usted mismo, al interrogarlo, podrá cerciorarse de la verdad de todas las acusaciones que presentamos contra él.  Los judíos corroboraron la acusación afirmando que todo esto era cierto.


¿Qué tal si cambiamos un poquito esto y le aumentamos un poco más por allá y así vamos a ganar más?  Di que no cumplía bien con sus labores y utilízalo para despedir a tal persona.  A este jefe solamente podemos decirle lo que quiere escuchar sin importar que sea o no la verdad.  Si hacemos esto, nadie se va a dar cuenta y nos va a ir muy bien.  Dile que no fuiste tú y ya.  ¿Para qué pagas impuestos si todo se lo roban?  .  Estas son algunas frases que se me ocurren.  Hay miles de situaciones que cada uno de nosotros atraviesa en las cuales debemos decidir entre hacer lo correcto o lo que pensamos que nos podría beneficiar más.  ¿Lo entendiste?  Lo bueno y lo malo no siempre son tan evidentes.  Lo bueno no siempre se anuncia con mil beneficios mientras lo malo serían puras tragedias.  Muchas veces pensamos así pero esto no es la realidad.  Lo bueno, es lo que Dios quiere que hagamos basado en sus principios.  Lo malo es la opción que nosotros consideramos traería grandes beneficios a nuestra vida.  Los judíos estaban creando toda una historia sobre Pablo que distaba demasiado de la realidad.  ¿Para qué?  Para poderse deshacer de él.  Querían eliminarlo.  Estaba alterando su forma de vivir.  Estaba presentando evidencias a través de las escrituras que Jesús el nazareno era el Mesías que estaban esperando y esto causaba una gran inconformidad.  Lo bueno, en su caso, hubiera sido acudir a las escrituras con detenimiento y tratar de entender el mensaje.  Lo malo hubiera sido quererlo apagar.  La segunda alternativa traería calma inmediata.  No habría nadie que siguiera hablando de ese nazareno, mientras que la segunda podría crear mayor alboroto.  ¿Puedes darte cuenta que hacer lo incorrecto puede parecer fácil y lógico?  Tenemos que aprender a ver más allá.  Tenemos que aprender a tomar decisiones basadas en los principios de Jesús.  ¿Qué haría Jesús en esta situación?
Todos los días se te presentan oportunidades para decidir de una u otra  manera.  Debes saber que no habrá un diablito y un angelito que se aparecerán cada vez que tengas que decidir.  Los caminos de Satanás son sutiles y tentadores.  No vendrá al descubierto sino vestido de oveja pero por dentro es un lobo que busca devorar.  Ten cuidado.  Se inteligente.  Se humilde.  Busca a Dios en todo momento y pon sus parámetros para decidir entre una u otra cosa.  No decidas por lo práctico o fácil sino por aquello que Dios quiere que hagas.
Oración
Dios Padre: definitivamente estaba equivocado.   Muchas veces decidí para quitarme un problema y después llegaron más.  Ahora entiendo que lo que parece fácil no siempre es lo mejor.  Ayúdame a decidir conforme a tu voluntad y a tener el valor y la fe para hacerlo.  Perdona mis pecados Señor.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

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