Renovación mental para desarrollar el carácter de Cristo por el Espíritu Santo
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio
de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2
Cuando indagamos por la definición de carácter nos
encontramos que este es el conjunto de rasgos y cualidades psíquicas y
afectivas que definen la manera de ser y actuar de una persona o colectivo.
También se refiere a la firmeza y energía de una persona. El carácter se
desarrolla a lo largo de la vida y está influenciado tanto por la
predisposición hereditaria (temperamento) como por el ambiente y las
experiencias.
Pero para verlo en el caso de Dios, no podemos definir su
carácter como un rasgo de cualidades psíquicas y afectivas pues la esencia
Divina no está en el alma sino en el Espíritu. Y el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo, son Dios, un solo Dios verdadero y a la vez tres personas
distintas, con pensamientos, sentimientos y voluntad, por lo cual su carácter
está definido por su propia esencia y atributos divinos en vez de por el
ambiente y las experiencias.
De esta manera, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
presentan el mismo carácter, pues los tres tienen los mismos atributos divinos,
que se manifiestan de manera particular de acuerdo al obrar de cada quien. Por
eso al ver a la trinidad en esa unión perfecta, podemos ver al Espíritu Santo
hacer lo mismo que hacía Jesús: no hablar por su propia cuenta sino hablar y
hacer todo lo que el Padre y el Hijo le han enviado a hacer, tal y como dice
Juan 16:13-15 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque
tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por
eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.”
Y ese ejemplo que nos da Jesús de hablar y hacer lo que el
Padre le ha dicho, y que nos muestra también el Espíritu Santo, es clave para
desarrollar el carácter de Cristo en nuestras vidas, pues a medida que vamos
cambiando y renovando nuestros pensamientos por los pensamientos de Dios, a
través de la mente de Cristo, nuestra manera de hablar y actuar va a ser
transformada tal y como lo declara Romanos 12:2. Así que hermanos, pidamos a
Dios que lo que hablemos y hagamos sea lo que su Santo Espíritu nos enseñe y
nos recuerde. Oración.
«Espíritu Santo, gracias por enseñarme la importancia de
renovar mi manera de pensar, gracias por llevarme a conocer los pensamientos de
Dios, e impulsarme, al igual que lo hacía Cristo, a hablar y actuar solo lo que
me revelas del Padre y del Hijo. Amen.