Integridad
en todo tiempo
«Y Jehová
dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en
la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?» Job
1:8
Aquí
encontramos la mejor definición de integridad de un ser humano, pues nuestro
servicio a Dios no será íntegro, si nuestra vida no es recta y apartada del mal.
La integridad es la manifestación de una vida interior en santidad y rectitud.
Satanás le
argumenta a Dios «¿Acaso teme Job a Dios de balde?», en otras palabras ¿quién
no va a ser íntegro cuando es bendecido?, pero esto no es cierto, pues lo vemos
en el pueblo de Israel, cuando más bendecido fue, más se apartó de Dios. La
biblia nos muestra varones íntegros como el profeta Daniel. Leemos en Daniel
6:4 «Entonces los gobernadores y sátrapas buscaban ocasión para acusar a Daniel
en lo relacionado al reino; mas no podían hallar ocasión alguna o falta, porque
él era fiel, y ningún vicio ni falta fue hallado en él». El profeta Daniel
perseveró en lo que había decidido: no contaminarse y seguir fiel a Dios a
pesar de las pruebas, personas y circunstancias. Cuando vino el momento de la
prueba Dios le guardó, no lo libró de ir al foso de los leones, pero no lo dejó
ir solo, Dios estuvo con él y cerró la boca de las fieras para que no le
hicieran daño. La integridad nos asegura la presencia del Señor en medio de las
pruebas, así como también su protección.
Caminar en
obediencia con Cristo es fuente de integridad, dejando que el Espíritu Santo
guíe a toda verdad. David decía: «¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién
morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla
verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, ni hace mal a su
prójimo, ni admite reproche alguno contra su vecino» Salmo 15:1-3. También
David decía: «en la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa» Salmo
101:2b, y esto por la sencilla razón de que es en casa donde manifestamos
nuestra verdadera personalidad y lo que realmente somos.
Hermano, que
hoy sea el día de renunciar a toda falsedad, a deshacerse de toda doble
identidad y doble moral, a vivir en Integridad cueste lo que cueste y marcar la
diferencia en medio de un mundo corrupto y lleno de mentira. Oración.
«Padre Amado
quiero permanecer en comunión contigo, tener una vida ferviente de oración,
para llevar una vida de integridad y llenar mi corazón de tu Palabra; por
tanto, examina mis íntimos pensamientos y mi corazón, pruébame y mira si en mí
hay camino de perversidad y guíame. Ayúdame en mis debilidades para caminar en
rectitud y procurar lo bueno delante de tus ojos. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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