El tiempo de gracia llega a su fin
«Vosotros,
pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del
Hombre vendrá. Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros,
o también a todos? Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al
cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración?
Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo
así. En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes. Más si aquel
siervo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a
los criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, vendrá el señor
de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y le
castigará duramente, y le pondrá con los infieles» Lucas 12:40-46
Esta palabra
de advertencia, apremia para que estemos preparados, que estemos apercibidos
porque este tiempo de gracia terminará. La iglesia de Cristo, o sea los
creyentes, los lavados con su sangre, los que han nacido de nuevo, serán
arrebatados tal como lo dice 1 de tesalonicenses 4:16-17 «Porque el Señor mismo
con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en
las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor».
El fin del
tiempo de gracia vendrá repentina e inesperadamente, cuando menos se lo espere;
pero hoy podemos tener la seguridad de que nuestros nombres están registrados
en el cielo, en el libro de la vida, si hemos creído en su Hijo Jesucristo y lo
hemos aceptado en nuestro corazón, y así estaremos reunidos finalmente en el
reino de los cielos.
El Señor
Jesús dijo en Lucas 12:37 «Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su
señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que
se sienten a la mesa, y vendrá a servirles»
Velar
significa vigilar, estar atento; velar en este tiempo es la actitud que no le
puede faltar al creyente, pues si no estamos atentos vamos a ser sacudidos por
el enemigo. En Marcos 14:38 dice: «Velad y orad, para que no entréis en
tentación” y 1 Pedro 5:8 dice: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario
el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar».
El enemigo
siempre atacará por el lado más débil, y cada uno debe saber cuál es su lado
débil y si no lo sabes, gira tus ojos hacia adentro y detecta tu debilidad y
ponte en guardia, por ejemplo, allí donde te cuesta decir no porque el mundo y
sus placeres te seducen, allí es donde debes estar atento, no basta con solo
orar, hay que estar en alerta y cuidar nuestra vida en santidad.
Hermanos, el
tiempo de gracia se terminará pronto, pero gocémonos y alegrémonos que nosotros
partiremos con el Señor Jesucristo y su Santo Espíritu. Oración.
«Amado
Padre, colocaré con esmero mi vida, mi mente y mi corazón para escudriñar tu
palabra, estar despierto, velando a toda hora y momento en oración y ruego,
para no caer en las tentaciones del mundo; quiero habitar al abrigo del
Altísimo, cúbreme con tu divino manto, pues solo debajo de tus alas estoy
seguro. No permitas que mi pie tropiece y haga tropezar a otros. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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