El amor que sobrepasa todo conocimiento
«Por esta
causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien
toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme
a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre
interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente
capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios» Efesios
3:14-19
Esta porción
bíblica es una gran oración de Pablo con una actitud extraordinaria, dobla sus
rodillas ante el Padre y entra en una cálida y estrecha relación con el Señor
Jesucristo. Este es un acto digno de imitar, pues aún el Señor Jesús cuando entró
en el jardín de Getsemaní cayó en tierra sobre su rostro.
El apóstol
oró por los creyentes, para que Dios les dé conforme a las riquezas de su
gloria, y hace varias peticiones. Primeramente, pide que los creyentes sean
fortalecidos con poder en lo íntimo de su ser por su Santo Espíritu. El área
espiritual del cristiano necesita oración y poder del Espíritu de Dios para
crecer en la gracia y desarrollarse hacia la plena madurez. Si hoy te sientes
débil, enfermo, triste y solo, doblega tu corazón delante del Señor,
arrodíllate y has oración, pues el Espíritu Santo te dará poder y gracia. Solo
Jesucristo venda tus heridas y te da sanidad y nuevas fuerzas.
Luego, Pablo
pidió que “Cristo habite por la fe en vuestros corazones”. Esto involucra tener
en la mente los pensamientos del Señor, tener la certeza que Cristo habita en
el corazón por la fe en Él, y con seguridad afirmar: «ya no vivo yo, más vive
Cristo en mí» (Gálatas 2:20). Por tanto, no estamos solos, tenemos la mejor
compañía, la presencia de Cristo en nosotros.
Pablo
continuó orando para que los creyentes pudiéramos conocer las dimensiones del
amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento, para que estuviésemos
arraigados y cimentados en amor, que conociéramos la infinita extensión del
amor de Dios, que seamos capaces de comprender cuál sea la anchura, la
longitud, la profundidad y la altura de esa fuente de amor. Solo el Espíritu
Santo nos puede guiar a esa gran experiencia del amor de Cristo, que al ser
infinito, va más allá del entendimiento humano, pero podemos disfrutar y
deleitarnos en ese gran amor.
Hermanos,
Dios nos ama con amor eterno e infinito, dejémonos seducir de ese perfecto amor
y seremos llenos de toda la plenitud de Dios.
Oración.
«Padre
Amado, que tu Santo Espíritu dirija mi ser, dirija mi vida y me enseñe a
conocer, vivir y disfrutar la gran dimensión de tu amor, pues tu amor no tiene
límites, tu amor es eterno, es incondicional, en tu amor encuentro paz y
fortaleza a mi alma. Solo en tu amor puedo vivir tu plenitud en todo y en las
riquezas de tu gloria. Gracias Señor, Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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