Los redimidos cantamos
“Pasado el
día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María
Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.” … “Más el ángel, respondiendo,
dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el
que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el
lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha
resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le
veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con
temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y
mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al
encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le
adoraron.” Mateo 28:1,5-9.
La
resurrección de Cristo es literalmente el triunfo del Amor, la muerte no podía
retener al autor de la vida, no podía retener al Amor, Jesús se levantó
triunfante de la tumba para traer esperanza a los creyentes que al igual que
aquellas mujeres mencionadas en Mateo 28:1 necesitan saber que volverán a ver a
sus seres queridos que han fallecido con su fe puesta en el Salvador, un
mensaje para estas fechas donde algunos recuerdan la pérdida del ser amado.
Cuánto dolor
trae la muerte, pero cuánta esperanza trae Cristo, para nosotros los cristianos
el triunfo del Amor, demostrado en la resurrección de nuestro Salvador debe
traer sanidad y gozo, pues al Señor resucitar de los muertos se convirtió en la
primicia de la resurrección como dice 1Corintios 15:20-21 “Mas ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por
cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de
los muertos.” Por lo tanto debemos tener la certeza de que en Cristo nuestros
seres amados resucitarán, Palabra, que al igual que la dada a aquellas mujeres
cuando recibieron la gloriosa noticia de la resurrección de su Maestro, permitirá
que la tristeza se convierta en gozo.
Siguiendo el
ejemplo de aquellas mujeres, al experimentar el triunfo del amor en nuestras
vidas, es decir, el poder de la resurrección de Cristo, pongamos toda nuestra
disposición para ir y compartir esta buenas nuevas, pues nosotros también somos
testigos que el Señor ha resucitado; así que no nos quedemos callados, vayamos
a predicar que Cristo nos ha dado esperanza y ha cambiado nuestro lamento en
baile como dice Salmos 30:11-12 “Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi
cilicio, y me ceñiste de alegría. Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no
estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre. Oración.
«Señor
Jesús, gracias por cambiar mi lamento en baile, transformar mi tristeza en
alegría y por darme esperanza y un propósito de vida, que tu Santo Espíritu me
ayude para que con gozo, comparta a otros la noticia de que tu estas vivo, y
que en ti hay vida eterna, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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