jueves, 3 de julio de 2025

Reflejando a Dios en nuestro diario caminar

 


Reflejando a Dios en nuestro diario caminar

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” Efesios 5:1

¿Has notado que cuando nace un bebé tendemos a buscarle a quién se parece? Al verle sacamos nuestras propias conclusiones y tendemos a decir: “tiene los rasgos físicos de su padre, o en su personalidad es como su madre”. Si aplicáramos éste concepto en nuestras vidas ¿a quién podríamos decir que nos parecemos, a nuestro Padre Celestial o al mundo que nos rodea? Es necesario que nos realicemos ésta pregunta, pues como vimos en el devocional de ayer, nuestra misión es reflejar en nuestro diario caminar a nuestro Padre Celestial, pero ¿Cómo lograrlo, cómo experimentarlo de manera práctica? Veamos a los bebés, ellos aprenden por imitación de los padres y es increíble ver cómo enseñar a abrir y a cerrar la mano y él tratará de imitarlo pues quiere hacer lo que los padres hacen, ¿cómo lo logra? Observando con atención y confiando en que lo que está viendo es lo que lo llevará a conseguir realizar el movimiento que está viendo. Lo mismo podríamos decir que sucede en nuestra relación con Dios, entre más nos fijemos en Él, le observemos y pasemos tiempo con Él, el Espíritu Santo nos llevará de manera natural a imitarle, pues recordemos que sólo es por el Espíritu Santo que podremos reflejar a Dios en nuestro diario caminar.    Oración.

«Padre solo quiero ser un reflejo tuyo así como tu Hijo Jesucristo lo ha sido. Gracias por enseñarme a través de tu palabra, que si lo puedo llegar a experimentar, tan solo es por la obra de tu Santo Espíritu. Amén.

miércoles, 2 de julio de 2025

Reflejando a nuestro Creador

 


Reflejando a nuestro Creador

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;… Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Génesis 1:26a-27

La biblia nos muestra cómo Dios nos diseñó para reflejar Su imagen, la pregunta es: Si hemos sido creados de esta manera ¿por qué nuestra vida en algunos momentos no refleja esa imagen de Dios?, ¿por qué se ha desdibujado ésto en el hombre con el paso del tiempo? Pues hoy en día vemos una humanidad que no refleja a su Creador el cual es amoroso, compasivo, perdonador, fiel, justo, sino una humanidad que refleja al mundo y su propia carne (Gálatas 5:19-21a) Entonces ¿cuál es la solución para retornar a ese diseño original y comenzar a reflejar a nuestro Creador? Una de las claves está en la fe, porque sólo por medio de ella es que el Espíritu Santo nos permite entender que debemos retornar a ese diseño original en el que fuimos creados para reflejar a Dios (Romanos 8:7-9), la segunda clave está en nuestra comunión con Dios, pues a medida que le conozcamos por medio de Su palabra y creamos en ella entonces el mismo Espíritu Santo nos llevará a reflejar en palabras, sentimientos, pensamientos, acciones todo lo que hemos aprendido sobre el Padre, tal como vemos sucedió con Jesús, pues cuando le vemos podemos notar que cuando vino al mundo encarnado en hombre lo que hizo fue reflejar a Su Padre, tanto así que la biblia nos revela que Él es la imagen visible del Dios invisible (Colosenses 1:15) lo que nos indica que nosotros también debemos hacerlo, mostrar al mundo de manera visible a nuestro Creador.   Oración.

«Padre llévame a reflejar día tras día tus pensamientos, tus palabras y tu manera de actuar, quiero experimentar en todo momento la verdad que declaras en tu palabra, con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo más vive Cristo en mí. Amén.

martes, 1 de julio de 2025

Un encargo de Amor

 


Un encargo de Amor

“Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:16-20

Los versículos finales del evangelio de Mateo son conocidos como la “Gran Comisión”, la palabra comisión significa encargo, encomienda, misión; así que podemos decir que en estos versículos que registran las últimas Palabras de Jesús antes de ascender al cielo hallamos el encargo que el Señor nos da, encontrando profundas verdades para nuestro crecimiento cristiano.

Lo primero es que los discípulos fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado, enseñándonos la importancia de obedecer los mandatos del Señor, la obediencia, que como sabemos es fundamental para el crecimiento cristiano, debe ser un rasgo distintivo del seguidor de Cristo, pero debemos conocer que es gracias a la obra de Jesús, a su muerte y resurrección y a que el Espíritu Santo es dado a todo creyente, que ahora como discípulos del Señor, podemos obedecer.

Lo segundo es que obedecer el mandato del Señor permite verlo, es decir conduce a una revelación de su presencia; y esto es lo que Jesús nos enseña cuando dice: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14:21. Y es maravilloso ver que esta revelación de Jesús como Dios, conduce directamente a la adoración.

Lo tercero es el gran encargo que Jesús deposita en sus discípulos, es decir en nosotros los creyentes: Ir y hacer discípulos a todas las naciones, lo que implica compartir de Cristo, para que por fe se conozca a Jesús como Señor y Salvador, lo que conducirá al nuevo creyente a reconocer públicamente su fe por medio del bautismo. Finalmente también debemos enseñarles todo lo que Jesús ha dicho, lo cual se puede resumir en Amar a Dios sobre todo y al prójimo como Cristo nos ha amado, este es el encargo de Amor.   Oración.

«Señor Jesús, gracias por tu gran amor, ese amor que me rescató y me dio una nueva vida, gracias por llamarme a compartir de tu gran amor, gracias por ese encargo de Amor, que tu Espíritu Santo me capacite y me lleve a cumplir con la gran comisión. Amen.