El rescate
del Amor
“En esto
consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos
amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados,
si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie
ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros,
y su amor se ha perfeccionado en nosotros.” 1 Juan 4:10-12
Al hombre
haber sido creado a la imagen de Dios, tenía la capacidad de amar y ser amado;
primeramente, podía relacionarse con su creador y experimentar todo su amor por
medio de la comunión en el espíritu, y también podía expresarle su amor, pues
todos sus actos estaban basados en la obediencia, en esa maravillosa conexión;
el hombre, de igual forma conseguía relacionarse con sus semejantes, en un vínculo
perfecto de amor. Lastimosamente, por causa del pecado del hombre, ese vínculo
perfecto se dañó, rompiéndose la relación con Dios y la relación con el
prójimo.
Si bien esa
imagen con la que fuimos creados no se borró totalmente, el hombre quedó con
una incapacidad para amar correctamente y, aunque ciertos actos nos dejan
vislumbrar esa fuerza y cualidad del amor, en realidad Dios mismo tuvo que
intervenir para rescatar el amor para que el hombre pudiera volver a gozar de
una relación de amor íntima con Él, que permitiría como resultado un amor
correcto entre los hombres.
Es por eso
que la palabra de Dios nos aclara que el amor consiste en que Dios nos amó a
nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados; este acto de
amor nos rescató, pues al depositar nuestra fe en Jesús, literalmente nos salvó
de la muerte espiritual y nos liberó de la esclavitud del pecado, pero también
nos dio vida eterna, perdón de pecados y derramó su amor en nuestros corazones
por el Espíritu Santo que nos fue dado, así que ahora podemos nuevamente amar a
Dios y al prójimo como Él nos lo pide.
Es momento,
en medio de estas celebraciones, de agradecer a Dios por su gran amor y de
amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado; si esto hacemos, estemos seguros
que Dios permanecerá en nosotros y su amor se perfeccionará en nuestras vidas. Oración.
«Señor
Jesús, gracias por amarnos, gracias por ese amor que has derramado en nuestros
corazones, pues ahora podemos amarte a ti y a nuestros semejantes con este
mismo amor, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario