El triunfo
del Amor
“Y hallaron
removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor
Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto
a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y
bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al
que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló,
cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea
entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al
tercer día.” Lucas 24:2-7
“Mientras
ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo:
Paz a vosotros”…“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen
las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su
nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones,
comenzando desde Jerusalén.” Lucas 24:36, 45-47
Pensemos en
el dolor e impacto que había causado la muerte del Maestro en sus discípulos,
siempre la pérdida de un ser querido es muy dolorosa, sin embargo al tercer
día, después de que Jesús fuera crucificado, la tristeza se empezaría a
convertir en gozo, cuánta alegría tuvieron que experimentar aquellas mujeres
que al ir a visitar la tumba de Jesús, se encontraron con la maravillosa
noticia de que el Señor estaba vivo. La resurrección de Cristo es el triunfo
del Amor, pues, el autor de la vida, por amor a nosotros le quitó el poder a la
muerte, para brindarnos esperanza; Él mismo nos mostraría que la tristeza de la
muerte no sería para siempre, así es como ese dolor, Jesús lo transformaría en
gozo, al mostrarle a sus discípulos que Él había vencido, que la propia muerte
no podía retenerlo y que se había levantado triunfante del sepulcro.
Para
nosotros los creyentes el triunfo de Cristo demostrado en su resurrección es el
triunfo del amor, y es la base de nuestra fe, pues si no hubiera ocurrido así
nuestra fe no valdría para nada, como está escrito: “y si Cristo no resucitó,
vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.” 1 Corintios 15:17. Pero
¡Gloria a Dios por Jesucristo!, quien también a nosotros nos abre el
entendimiento para que podamos comprender y creer que como dice la Escritura:
“fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer
día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados
en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”. Así que, si hemos entendido
el poder de la resurrección, poder que es capaz de transformar la más profunda
tristeza en el gozo más indescriptible, obedezcamos y compartamos el mensaje del
evangelio, para arrepentimiento, perdón de pecados y vida eterna de nuestros
seres queridos. Oración.
«Señor
Jesús, gracias porque te levantaste victorioso de la tumba, gracias porque el
Amor triunfó, y ahora que también soy testigo del poder de tu resurrección,
quiero compartir a otros esta extraordinaria noticia, que, en Ti, hay vida
eterna para el que crea, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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