La traición
al Amor
“Y oyeron la
voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y
su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del
huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él
respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me
escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del
árbol del que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me disté
por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer:
¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.”
Génesis 3:8-13
Es triste
saber que, esa relación de amor e intimidad que tenían Dios y el hombre, se
manchara por el pecado; en realidad, el pecado rompió esa relación, a tal punto
que Adán y Eva, al oír la voz de Jehová en el huerto, se esconden. Claramente
ellos han traicionado al Amor y, como toda traición, sus consecuencias se
reflejan primeramente en su comportamiento, su acto de desobediencia no les
deja dar la cara. Podemos pensar ¿cómo pudo ocurrir tal cosa?, ellos lo tenían
todo, la creación en su máximo esplendor los acogía en su regazo y estaba
diseñada para proveerles lo necesario y, lo más importante, gozaban de comunión
con su Creador, el Dios de Amor.
Reflexionemos
si en esa situación hubiéramos actuado igual, preguntémonos ¿cuántas veces,
antes de conocer a Cristo, aun ahora como creyentes y teniendo al Santo
Espíritu de Dios dentro de nosotros, hemos procedido de manera similar?, ¿será
que nos ha pasado lo mismo cuando Dios nos ha dicho algo?, ¿cuántas veces hemos
huido de Dios y hemos tratado de escondernos entre los árboles de esta
sociedad?, ¿acaso también hemos comido del árbol del que Dios nos mandó que no
comiésemos, dejándonos seducir por la voz de la mujer o siendo engañados por la
serpiente?, mentiras, adulterios, fornicaciones, pleitos, iras, celos,
contiendas o cosas semejantes, nos muestran que también hemos desobedecido. Si
esta no es tu condición actual, démosle una gloria a Dios, porque así estuvimos
antes de conocer de Cristo; pero hoy, muchos están separados de Dios por causa
de su pecado, otros tantos vagan como hijos pródigos, y todos ellos necesitan
conocer que, aquel que llamó ese día en el huerto a Adán para confrontarlo con
su pecado, también los está llamando, pues al igual que ese día, hoy, su amor
está gritando vuelve a mí, pues solo en Jesús hay restauración. Oración.
«Padre,
perdóname por todas esas veces que he faltado a tu amor; permíteme entender
que, gracias a la obra preciosa de tu Hijo Jesús, hoy puedo amarte como tú lo
pides, amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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