Los pastores de Belén
“Había
pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche
sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del
Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor” … “Sucedió que cuando los
ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos
ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y
al niño acostado en el pesebre.”…“Y volvieron los pastores glorificando y
alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había
dicho.” Lucas 2: 8-9, 15-16, 20
Aproximadamente
dos mil veintidós años atrás, unos humildes pastores de Belén tuvieron el gran
privilegio de recibir la maravillosa noticia de que el Mesías prometido había
nacido, un ángel del Señor se los anuncio, y es sorprendente ver lo relatado en
Lucas 2:8-9 pues al presentarse el ángel para darles esta buena nueva de
salvación, la gloria misma del Señor los rodeó con su resplandor; esto mismo es
lo que sucede cuando compartimos de Cristo, pues la gloria sublime de Dios es
la que brilla con su esplendor en las vidas de las personas que por fe creen a
nuestro anuncio, así como los pastores creyeron a la revelación dada desde el
cielo. Esa misma noche, después de que los ángeles se fueron, los pastores
hicieron algo que nos deja una gran enseñanza, ellos decidieron suspender sus
labores e ir a ver lo que se les había dicho de manera inmediata, así como se
nos dice en Lucas 2:16 donde se describe que fueron apresuradamente a Belén y
hallaron a María, a José, y al niño acostado en el pesebre. Su fe, disposición
y premura, les permitió ser testigos del acontecimiento más grande de la
historia de la humanidad: el nacimiento del Hijo de Dios.
Nosotros
debemos seguir el ejemplo dado por los pastores, así cada vez que Dios nos diga
algo por medio de una predicación, un devocional o un hermano, y que esté
conforme a su palabra, corramos apresuradamente a obedecer, si esto hacemos
seremos testigos del amor y poder de Dios en cada situación que Él nos permita
vivir, y al igual que aquellos pastores de Belén volveremos glorificando y
alabando a Dios por sus maravillas. Así que aprovechemos al máximo estos días,
donde las personas se reúnen y comparten en familia, para anunciar al igual que
los ángeles, que en Jesucristo hay salvación y vida eterna. Oración.
«Padre Dios,
ayúdame por medio de tu Santo Espíritu a obedecerte de manera inmediata, que
cada vez que tú me anuncies algo por medio de tu palabra, tenga la misma
disposición de aquellos pastores, quienes disfrutaron del privilegio de ver a
tu Hijo recién nacido, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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