sábado, 31 de mayo de 2025

El evangelio del reino será predicado en todo el mundo


El evangelio del reino será predicado en todo el mundo

 “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. Mateo 24:14

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Mateo 28:19-20

La profecía no debe generar ansiedad sino una urgencia por expandir el evangelio, no debe producir temor sino preparación para ser esos instrumentos de bendición, que traen esperanza a este mundo. Recordemos las palabras de Jesús y dejemos que retumben en nuestra mente, pero que hagan un eco en nuestro corazón: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.

Eso es parte esencial del cumplimiento, lo que significa que la iglesia no debe esconderse sino asumir su lugar, no debe callar sino hablar con más claridad, no debe diluir el mensaje sino intensificarlo en la medida que las tinieblas avanzan. La luz de Cristo debe manifestarse con mayor fuerza a través de nosotros.

Es el tiempo de empezar a hablar con convicción, no desde el conocimiento teórico sino desde la revelación. En Daniel 11:32b dice “más el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará”. Es un llamado a no paralizarnos ni rendirnos, porque el cumplimiento profético no es el fin de la iglesia, sino su activación más poderosa, es el momento para el cual fue preparada, una iglesia gloriosa sin mancha y sin arruga que impacte en este mundo que ya está mostrando señales claras de su deterioro.

Vemos el control económico de unos pocos, la manipulación de la verdad, la exaltación del hombre sobre Dios, la creación de estructuras que parecen espirituales pero niegan el poder de la fe verdadera, lo amargo es llamado dulce y viceversa, ese cambio de valores ya está instalado en muchas naciones, y lo que antes era escandaloso ahora es celebrado, lo que antes se corregía ahora se promueve, Isaías 5:20 dice: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”, es una advertencia vigente, porque cada paso que da el mundo en esa dirección es una prueba de que lo que fue profetizado, está cumpliéndose en esta generación.

Lo que parecía lejano ahora está cerca, lo que se predicó por años ahora es vida o muerte, lo que se ignoraba por comodidad, ahora proclama por atención, las profecías no están dormidas, están en marcha. Preguntémonos ¿si nuestro corazón está preparado para caminar con Cristo en medio del cumplimiento? El Señor Jesús dice: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”, (Lucas 21.34-36).

Velar y orar son condiciones para permanecer firmes, nos sostendremos espiritualmente con una vida rendida, una comunión profunda y una obediencia radical. Recordemos que la preparación comienza en lo secreto, porque antes de influir hay que ser formados, antes de hablar hay que oír, antes de evangelizar hay que estar llenos del Espíritu Santo, llenos de aceite suficiente para que alumbremos en medio de la oscuridad. No podemos improvisar una relación con Dios, recordemos que la insensatez espiritual, la ignorancia es negligencia y quien descuide la intimidad con Dios, difícilmente podrá sostenerse cuando venga la prueba.   Oración.

«Amado Señor, gracias por tu Espíritu que me enseña cada día, no permitas que camine en ignorancia sino estar dispuesto a escuchar. Este tiempo me llama a conocerte más, a cultivar un tiempo de intimidad para prepararme espiritualmente, a pensar con mentalidad eterna, a discernir y caminar con temor reverente, estoy siendo llamado a responder con madurez, con fidelidad y llevando el evangelio a toda criatura, obedeciendo tu mandato. En Cristo Jesús, amén.


viernes, 30 de mayo de 2025

La victoria definitiva de Dios

 


La victoria definitiva de Dios

 “Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos”. 2 Tesalonicenses 2:6-10

Este es, sin duda, uno de los pasajes más difíciles de todo el Nuevo Testamento; y lo es porque usa términos y figuras que les eran perfectamente familiares a los que Pablo se dirigía en aquel entonces, pero que para nosotros son extraños.

Pablo les estaba diciendo a los tesalonicenses que debían abandonar esa espera nerviosa y tensa de la Segunda Venida. Pues habían dejado de trabajar y hacer muchas cosas porque el Señor ya iba a llegar. Esa era una falsa interpretación de sus palabras que no se le podía atribuir a él; y les decía que antes del Día del Señor sucederían muchas cosas.

Entre ellas, habría una era de rebelión contra Dios. Eso fue escrito hace casi dos mil años, lo que significa que lo que estaba en acción en ese entonces, ha venido creciendo, y ahora está más presente que nunca y lo que era un misterio, se está volviendo estructura, lo que era una sombra ahora es figura, lo que era preparación ahora es establecimiento. Porque ya se había introducido en este mundo un poder maligno secreto que estaba obrando en los hombres para producir ese tiempo de rebelión. Así que Pablo describe una creciente rebelión contra Dios, el surgimiento de uno que sería la encarnación del diablo como Cristo era la de Dios, y tendría lugar una batalla final en la que triunfaría definitivamente Dios. Cuando este mal encarnado se introdujera en el mundo habría algunos que le reconocerían como su señor.

Es la antítesis de Dios. Los cristianos asumieron esas ideas, después de Pablo, dándole el título de el Anticristo (1 Juan 2:18,22; 1 Juan 4:3).

Existe una fuerza del mal en el mundo que opera en los hombres que cada vez se intensifica más, (Mateo 24:12). Pero recordemos que Dios está en control. Las cosas puede que parezca que se van precipitando hacia el caos, pero Dios está hasta en ese caos. El triunfo definitivo de Dios es seguro. Porque nada puede mantenerse contra Él.

El mundo se encuentra en una posición de vulnerabilidad total, no solo física sino espiritualmente, porque hay hambre de la verdad, pero también confusión, hay deseo de paz, pero también guerras y conflictos por doquier, hay religiosidad, pero no necesariamente santidad y todas estas cosas son condiciones que la Biblia señala como precursores del avance profético.

¿Quién detiene al hombre de pecado? No lo sabemos con certeza. Pero esto apunta a tres posibilidades: el gobierno y las leyes que ayudan a controlar la maldad, al ministerio de la iglesia cristiana en esta tierra con el evangelio y los efectos que este produce y al Espíritu Santo. Pero no debemos temer al día cuando sea quitado aquello que lo detiene. Dios es mucho más poderoso que el hombre de pecado y de Él es la victoria final sobre el mal.      Oración.

«Gracias Dios por escogerme para ser atalaya en estos tiempos, tengo la responsabilidad de tocar la trompeta del evangelio, este sonido no es una alarma emocional, sino un llamado para que este mundo se vuelva a ti. También una alerta para la iglesia para alinearse con el Espíritu Santo, a no conformarse con el conocimiento teórico, sino a vivir en expectación real, porque tu Palabra ya fue dicha, sólo estás buscando corazones fértiles donde produzca fruto. En el nombre de Jesús, amén.

jueves, 29 de mayo de 2025

La Palabra profética más segura

 


La Palabra profética más segura

 “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”. 2 Pedro 1:19

“El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán”. Daniel 12:9-10

La Palabra viva no se puede callar, no podemos detener el mensaje, no es un discurso vacío, sino un peso divino que quema por dentro, porque llega el tiempo de la manifestación de Jesús y no se puede ignorar, (Jeremías 20:9). No podemos impedir que nuestro espíritu se agite dentro de nosotros por la revelación de Dios, porque en estos tiempos recibiremos instrucciones que quizás desafíen la lógica humana, porque será Dios removiendo lo terrenal para manifestar lo sobrenatural. Este despertar espiritual no será nada cómodo para su iglesia porque requerirá separación, renuncia y santidad. El Señor nos dice en 1 Tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Es el tiempo de consagración a Dios, de ser enviados a decir la Verdad de Cristo, porque serán tiempos de oposición espiritual. El Señor dijo en Mateo 24:9-11 “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos”. Por eso, la iglesia debe levantarse con la verdad y predicar, pero el Señor necesita siervos consagrados movidos por el Espíritu Santo y está buscando corazones dispuestos y obedientes.

El libro de Daniel muestra con claridad cómo ciertos tiempos están sellados hasta el momento de su cumplimiento. Ciertas verdades están esperando el reloj de Dios, donde lo incomprensible se volverá evidente y se cumplirá Hechos 2:17-18 “Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán”. Nuestro espíritu será sensible a la revelación del Señor y comenzaremos a entender lo que el Señor ya ha hablado.

El reloj profético de Dios ha comenzado a moverse a otro ritmo, el Señor quiere que nos animemos con lo que dice Lucas 21:28 “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” y se cumplirá lo que dice en Lucas 21:27: “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria”.

La profecía no es para establecer fechas humanas es una advertencia viva del corazón de Dios a su pueblo para que no duerma, sino que vele hasta su regreso.   Oración.

«Señor, lléname de tu Santo Espíritu para poder comprender la verdad revelada en tu Palabra, llévame a la madurez y discernimiento espiritual para entender lo que ya has establecido en ella para los postreros tiempos. Tengo la palabra profética más segura, a la cual debo estar atento como una antorcha que alumbra en la oscuridad de este mundo, para no ser engañado con mentiras y una falsa paz, hasta que tú regreses mi Amado Jesús, amén.

miércoles, 28 de mayo de 2025

El que lleva la Palabra viva, no puede callar

 


El que lleva la Palabra viva, no puede callar

“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; más sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento”. Isaías 60:1-3

“Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gentes rebeldes que se rebelaron contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día. Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos”. Ezequiel 2:3-5

Ser luz en medio de las tinieblas es el mensaje dirigido a la iglesia de Cristo en estos tiempos, al remanente fiel que porta la gloria no por mérito sino por disposición, los que hemos sido llamados a reflejar su Presencia a este mundo que está perdiendo su dirección.

El escenario de Dios para probar la fe ya está preparado. Estamos viviendo tiempos de crisis sobre el mundo, que ya han sido predichos en su Palabra, como dice la Escritura: “Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones”; y todos los creyentes seremos sometidos a prueba para exponer lo que hay verdaderamente en nuestro interior. Entonces veremos que lo que se derrumba es porque no estaba firme y lo que resiste es lo que ha sido formado en intimidad, en lo secreto, en el quebranto, en la soledad, en el silencio, en la incomodidad, los que hemos afinado el oído para oír al Señor; por eso cuando llegue la hora de hablar, las palabras no saldrán de la emoción, sino por el poder del Espíritu Santo, para levantarnos con fuerza a proclamar lo que Dios ha dicho.

No callaremos, sino que seremos como Juan en el desierto anunciando el regreso de Cristo. Es el remanente fiel, que busca hacer la voluntad de Dios, llamados a hablar a un pueblo duro de corazón y obstinado, como en tiempos de Ezequiel; pero Dios no pide resultados sino obediencia. Esa es nuestra misión, llevar la Palabra viva, incluso cuando el entorno no quiera recibirla. Sólo los que escuchan la voz del Espíritu Santo, permanecen cuando otros abandonan, los que creen a pesar de que las promesas tardan, los que caminan cuando el suelo tiembla, porque no viven por vista sino por convicción. Los que tienen una fe purificada por el fuego de la aflicción, por eso cuando las estructuras caigan, no se derrumbarán porque están cimentados en la Roca Eterna, Cristo.

El remanente fiel es portador de carga, no va ligero, porque nos pesa el dolor de esta generación que sufre por estar lejos de Dios. Es tiempo de predicar a tiempo y fuera de tiempo, (2 Timoteo 4:2). Que arda nuestro corazón por llevar el mensaje de salvación. Es tiempo de orar por la intervención divina sobre este mundo, para que muchos corazones se dispongan a recibir a Jesús, confiesen con sus labios y con todo el corazón, que Él es el Señor, el Redentor y el Salvador.

Decidamos si seguimos en la comodidad o respondemos a este llamado.   Oración.

«Gracias mi Jesús amado, quiero responder al llamado, a ser profeta a las naciones, a predicar tu Palabra a tiempo y fuera de tiempo. Gracias por colocar en mi corazón una carga espiritual por esta generación separada de ti, que anuncie que tú eres el camino, la verdad y la vida y, que no hay manera de retornar al Padre sino por ti. Señor te pido que muchos sean despertados espiritualmente, que tú remuevas todo lo superficial para que alumbres los corazones endurecidos, que abras los ojos y los oídos espirituales, porque el tiempo está cerca para tu venida. Amén.

martes, 27 de mayo de 2025

Un llamado al corazón

 


Un llamado al corazón

 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” 2 Crónicas 7:14

“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Apocalipsis 3:16

Estos tiempos finales exigen definición y esa definición comienza por un corazón quebrantado. La gracia de Dios es abundante pero no es una excusa para persistir en el pecado, es una oportunidad para cambiar, el arrepentimiento genuino abre puertas a la restauración, pero debemos acercarnos a Dios con humildad. El arrepentimiento no se impone desde afuera se despierta desde adentro, porque es el Espíritu Santo que nos redarguye y convence de pecado.

Este mensaje es para su pueblo, el Padre está llamando a los hijos que están distantes, para que vuelvan en sí y regresen a Él. Está alzando su voz porque el tiempo se acorta, por eso debemos estar en sintonía con el mover del Espíritu Santo. El arrepentimiento no es señal de debilidad, es evidencia de sabiduría. El necio racionaliza, mientras que el entendido se postra, porque quien se quebranta delante de Dios será restaurado. Como dice Salmos 51:17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.

La promesa de 2 Crónicas 7:14 permanece hoy como en aquel entonces, Dios no despreciará al que se rinda por completo. El Señor quiere encontrar a un pueblo postrado, no a una iglesia adormecida. Que no se diga que esta generación no escuchó su Palabra. Que no se repita la historia de los que tuvieron la Palabra en tiempos de Noé, pero no obedecieron. Es una llamada al corazón, una oportunidad de corregir el rumbo antes del regreso de Jesús. La gracia aún está disponible, la puerta todavía está abierta, pero no lo estará por siempre. 2 Corintios 6:1-2 dice “Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios. Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación”.

Cuando Dios habla su Palabra no vuelve vacía, sino que produce fruto en los que escuchan, pero también testifica contra los que endurecen su corazón. Por eso el llamado al arrepentimiento no puede ser minimizado. La santidad no es una opción para los tiempos proféticos, es una necesidad, porque solo los limpios de corazón verán a Dios, (Mateo 5:8).

Solo los humildes caminarán seguros en el día oscuro, solo los quebrantados serán levantados con poder. Este es el día para responder y volver. Porque los que se arrepienten con sinceridad serán restaurados con gloria y los que se humillan serán exaltados a su tiempo. Cuando las tinieblas se intensifiquen no será señal de abandono sino un anuncio de que la luz está a punto de manifestarse, con mayor poder. Por eso, su iglesia debe despertar del letargo espiritual para asumir el lugar que el cielo nos asignó, (1 Pedro 2:9). No somos espectadores pasivos, sino que en medio del caos que vive este mundo tenemos una sensibilidad diferente, porque el Espíritu Santo dentro de nosotros vibra, para que no nos distraigamos con lo aparente y terrenal, sino que caminemos con fe como Abraham; porque él se sostuvo en tiempos difíciles como viendo al invisible, (Hebreos 11:27).

El capítulo 11 de Hebreos está lleno de estas personas que aun sin tener el cumplimiento inmediato de sus promesas caminaron como si ya lo tuvieran, porque la fe de los hijos de Dios no depende del entorno, la fe está anclada en el carácter de Dios, no se detienen sobre lo incierto, porque saben que lo eterno se impone sobre lo temporal, esta es la marca del llamado para los tiempos que vienen. No hay espacio para la tibieza espiritual, afirmemos nuestros corazones y encendamos nuestro espíritu con la presencia del Espíritu y el poder de su Palabra.    Oración.

«Amado Señor, estos tiempos que estoy viviendo son tiempos decisivos para caminar contigo, es el tiempo aceptable el tiempo de salvación como dice tu Palabra. Por eso, quebranta mi corazón porque quiero humillarme en tu presencia y pedir perdón no solo por mí, sino por mi familia, mi ciudad y mi país, para que nos arrepintamos y volvamos nuestros corazones a ti, porque entonces perdonarás nuestros pecados y traerás restauración y sanidad. En el precioso nombre de Jesús, amén.

lunes, 26 de mayo de 2025

La obra del Espíritu Santo en el mundo

 


La obra del Espíritu Santo en el mundo

“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Juan 16:8-11

Esta es la única referencia en la obra del Espíritu Santo en relación con el mundo; las demás tienen que ver con su ministerio en y por medio de los creyentes. Ya el Espíritu Santo vino al mundo en el Pentecostés para morar en cada uno de los creyentes en Cristo. Su función ahora es en tres áreas. La primera es: convencer al mundo de pecado, describe la función del abogado acusador quien examina al acusado para descubrir y exhibir las evidencias de su culpabilidad con el fin de convencerle; en otras palabras, trae a la luz nuestras faltas y nos confronta para que reconozcamos que somos pecadores. El Señor sabe que muchos viven en la ignorancia espiritual y no conocen su verdadera condición espiritual, por eso ha dejado su Espíritu que es el que tiene la misión de convencer al ser humano, que necesita arrepentirse y volverse a Dios, es Él quien quebranta nuestros corazones para que podamos convencernos de nuestra rebelión contra Dios.

En segundo lugar: el Espíritu convence al mundo incrédulo en cuanto a la justicia. Juan se refiere a la justicia de Dios provista por Cristo en la cruz, como dice Romanos 1:17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. La muerte de Jesucristo pagó el precio por el pecado de toda la humanidad, haciendo posible la justicia de Dios para todo aquél que cree en Él.

En resumen, el pecado consiste en no creer y no obedecer al Hijo de Dios; por otro lado, la justicia se logra por el creer en Jesús que resulta en la obediencia de sus mandatos.

En tercer lugar: el Espíritu Santo convence al mundo también en cuanto a juicio. Se refiere al acto de juzgar o dar una sentencia de condenación para los que están separados de Dios. El mundo tiene sus propias normas o criterios falsos de lo que es el pecado, la justicia y el juicio. El Espíritu Santo tiene la enorme tarea, humanamente imposible, de convencer al mundo del error de su pensar y actuar.

Seguramente los líderes judíos, y detrás de ellos el príncipe de este mundo (Satanás), celebraron su “victoria” cuando Jesús fue crucificado. Sin embargo, lo que parecía victoria para ellos fue en realidad su derrota en que fueron juzgados y condenados. Jesús veía ese resultado como un hecho ya realizado al decir que el príncipe de este mundo ha sido juzgado. Veamos Juan 12:31-33 “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo. Y decía esto dando a entender de qué muerte iba a morir”.

Los efectos de la cruz continúan, aunque Satanás sigue su programa de engaño y conquista de los desprevenidos, pero lo hace aun sabiendo que su condenación fue establecida en la cruz y con la resurrección de Jesús. Lo hace para engañar a los incrédulos y ganar esas almas para sí.

El rol del Espíritu Santo es convencer al mundo incrédulo de que está separado de un Dios de amor, que ya Jesús fue la respuesta a esa separación porque con su muerte nos llevó nuevamente al Padre y que el juicio de este mundo viene sobre los que rechazan a Jesús.

Recordemos entonces que la obra de evangelización es del Espíritu Santo a través de nuestras vidas, dispongámonos a dejarnos llenar de su presencia para llevar el mensaje del evangelio. El arrepentimiento es el único camino de regreso a la verdad.  Oración.

«Amado Jesús gracias por enviar a tu Santo Espíritu a mi vida, cuando estoy convencido de mi pecado, de la justicia de Cristo y del juicio venidero; sé que es la obra del Espíritu Santo en mí, que me da la seguridad de que en la cruz de Cristo tengo perdón de pecados, salvación y vida eterna. Gracias porque por el Espíritu puedo reconocerte como mi único y suficiente Salvador, amén.

domingo, 25 de mayo de 2025

La voz de Dios no se ha silenciado

 


La voz de Dios no se ha silenciado

“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”. Juan 1:11

“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Lucas 18:7-8

En la primera venida de Jesús a la tierra muchos esperaban un Mesías que se ajustara a sus expectativas políticas y religiosas, no recordaron todas las profecías que ya estaban en las Escrituras, que mostraban muchos detalles acerca de Él, por eso no reconocieron las señales que ya se estaban cumpliendo delante de sus ojos. Jesús pasó inadvertido para muchos. Esa ceguera espiritual no fue por falta de información sino por la dureza de su corazón.

Hoy sucede lo mismo, las profecías sobre la segunda venida de Cristo a la tierra ya han sido reveladas en la Palabra de Dios, sin embargo, la mayoría de las personas tienen un total desconocimiento de ellas. Así como el primer adviento de Jesús, su segunda venida no será precedida por grandes eventos, sino por señales que ya estamos viendo y que Jesús predijo en Mateo 24: 6-7 “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares”. Estamos viendo un mundo dividido, una fe debilitada, una generación distraída.

Además, Jesús dijo que muchos tropezarían y el amor de muchos se enfriaría y que se levantarían falsos profetas (Mateo 24:10-12). Todas estas cosas no son advertencias del futuro sino descripciones del presente, las señales ya están aquí, delante de nosotros, lo que se requiere es más discernimiento espiritual, porque Jesús vuelve y muchos no lo entenderán.

Pablo dijo en 1 Corintios 2:14 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Nos corresponde como iglesia de Cristo, llamados a predicar el evangelio en este tiempo, despertar de nuestro letargo y comenzar a llevar el mensaje de salvación a esta generación dura de corazón que necesita que sus ojos espirituales sean abiertos, para que conozcan la verdad y sean salvos. El problema no es la falta de señales, el problema es que muchos hemos dejado de caminar en el Espíritu y hemos cambiado la comunión con Dios por rutina y sustituido la intimidad con Dios por hábitos religiosos y eso nos hace incapaces de ver.

La voz de Dios no se ha silenciado, Él sigue hablando en el eco de la crisis, en el murmullo de los cambios, en el estremecimiento del sistema de este mundo, en la ausencia de paz, en el crecimiento de la confusión, en la aceleración de los tiempos, etc., no son incidentes desconectados, son parte del mover de Dios en estos tiempos. Pidámosle al Señor agudice nuestro oído espiritual para escucharlo. Y, como Samuel poder decir: “Habla, porque tu siervo oye” 1 Samuel 3:10.

Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? ¿Qué contestaremos a esto?     Oración

«Amado Padre celestial, gracias por amarnos tanto, por habernos dejado tu Palabra escrita, por favor despierta mis sentidos espirituales, para comprender que todo lo que está escrito en ella se ha ido cumpliendo. Por eso, dame el discernimiento espiritual para entender todas las señales que ya están delante de mis ojos sobre el regreso de Jesús. Que pueda compartir el evangelio de salvación para abrir los ojos de los que no te conocen, para que se conviertan de las tinieblas a la luz y sean salvos. Amén.

sábado, 24 de mayo de 2025

Conoce el Espíritu de Dios

 


Conoce el Espíritu de Dios

“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye”. 1 Juan 4:1-5

“Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas”. Juan 10:8

Estamos en tiempos donde el espíritu del anticristo no es una figura lejana, es una mentalidad que ya opera. Es un sistema de pensamiento que niega a Cristo y suplanta la verdad, que desvía la fe hacia lo superficial. Esta influencia ya está presente en los medios de comunicación, gobiernos, ideologías, incluso dentro de algunas congregaciones. Las señales están en el ambiente, pero los que están adormilados no las percibirán, no por falta de evidencia sino por falta de hambre espiritual.

Si somos movidos e inspirados por el Espíritu Santo confesamos con nuestra boca la verdad de Dios, reconociendo claramente en sus enseñanzas que Jesucristo vino en carne. Su carne significa su cuerpo, pues solo por hacerse humano pudo Él morir (pues como Dios no podía morir) (Hebreos 2:14-15); y su muerte expresa su amor hacia nosotros (Juan 15:13). Negar la realidad de su carne es negar su amor. Es negar la humanidad de Cristo.

Los que dicen que Jesús no vino en carne, no son de Dios, están negando a Jesús, porque no lo están confesando en su persona y en su divinidad, están influenciados por el espíritu del anticristo que ya está en el mundo. Derivan su espíritu y enseñanzas del mundo, de la no regenerada naturaleza humana, regida y poseída por Satanás.

Los que confesamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador que vino en carne, y lo hemos recibido en nuestro corazón, hemos sido liberados por Él y no podemos ser vencidos, ni esclavizados por el espíritu del anticristo, el diablo, “el príncipe de este mundo».

Somos ovejas de Cristo y ya nadie nos puede arrebatar de su mano, dice Juan 10:4-5: “Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”. Y Juan 10: 29 asevera: “Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”. Nosotros le pertenecemos a Dios, y hemos vencido; “porque mayor es el que está en nosotros, que el que está en el mundo”.

“Ellos son del mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye”. 1 Juan 4:5. Aquí vemos que el mundo ama lo suyo y ya Jesús nos advirtió esto en Juan 15:18-19 “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”.

Pero, 1 Juan 4:6 sigue declarando “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error”. El Espíritu que viene de Dios enseña la verdad, el espíritu de error que viene del diablo seduce al error.

Toda profecía verdadera descansa en Cristo y se refiere a Él, el fundamento de nuestra fe. Si se edifica sobre este fundamento, jamás seremos engañados. (Apocalipsis 19:10; Efesios 1:17-19).    Oración.

«Gracias Padre, por la gran prueba de amor al haber enviado a tu Hijo unigénito, que se hizo hombre para morir por mí en la cruz. Confieso que Jesucristo es Dios manifestado en carne y quiero vivir por Él y para Él; quien es el camino, la verdad y la vida, y que ha redimido mi alma perdida. Mayor y más poderoso eres tú que vives en mí, que el que está en el mundo. Sé que contigo venceré todo lo malo, porque tu Espíritu y tu Palabra moran en mi corazón. En el nombre de Jesús, amén.

viernes, 23 de mayo de 2025

Proclama su Palabra en medio de la crisis


 

Proclama su Palabra en medio de la crisis

 “Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí”. Isaías 6:6-8

“Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. Y si quedare aún en ella la décima parte, ésta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa”. Isaías 6:11-13

¿Cómo es que el ministerio profético de Isaías no tuvo los resultados que él esperaría? Ya Dios se lo había revelado de antemano cuando le dio la visión para su llamamiento. Isaías le preguntó hasta cuándo duraría aquella esterilidad de su mensaje en el pueblo, la respuesta de Dios en Isaías 6:11-12 quizás lo dejó desconcertado.

Uno pensaría que el Señor nos llama a hacer algo para ver resultados inmediatos, que haga que los corazones se vuelvan a Dios, pero muchas veces no es así. La misión del profeta Isaías produjo el resultado contrario, la culpa por los pecados del pueblo de Israel aumentó y el mensaje profético estaba destinado a no tener como resultado la positiva conversión de Israel a su Dios. Y esto produjo una fuerte desesperación en el profeta. Pero en las últimas palabras de Jehová que concluyen la visión, se encierra el germen de la esperanza: … después de ser derribados, aún les queda el tronco. Así que Isaías entiende que ese tronco es la simiente santa, aludiendo al remanente que volvería a Dios.

¿Y acaso no fue igual la experiencia de Jeremías, de Pablo, o del mismo Señor Jesús? Jesús, tal como Isaías, recurrió al uso de parábolas para predicar al pueblo, para que de todas maneras escucharan de buena gana, aunque no vieran, ni escucharan, y entendieran, para que el mensaje profético quedara como testimonio para nosotros y entender que todo en manos de Dios tiene un tiempo y un propósito.

El profeta Isaías tuvo una visión del trono de Dios, visión que no fue concedida en un tiempo de paz, sino en el año de inestabilidad e incertidumbre del pueblo de Israel. Es en los momentos de crisis cuando Dios revela su gloria a los que tienen el corazón dispuesto, pero para eso hay que ver más allá de lo externo. La gloria de Dios se manifiesta, pero no será percibida por los que están enfocados en lo terrenal porque las señales invisibles se revelan a los que buscan la Presencia de Dios. Como dice Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.

La revelación se obtiene por clamor, las cosas ocultas no son inaccesibles, pero si reservadas para aquellos que lo buscan con sinceridad y quienes están sintonizados con su Espíritu y comienzan a ver lo que otros no ven. En estos finales tiempos, como escogidos y llamados por el Señor, debemos entender que el aumento de la maldad, el endurecimiento de los corazones, la falsificación de la verdad, son señales que el tiempo se acorta para la venida del Señor Jesús y eso no debe desanimarnos, sino que con más premura debemos compartir el evangelio, dejándole los resultados a Dios.

No ignoremos nuestras experiencias con Dios, cuando Él se manifiesta y nos llama, muchas veces aparece en nuestros momentos críticos. Y su voz audible a nuestro corazón nos lleva al arrepentimiento y a la confesión de pecado. Y resultan en una consagración al servicio: «Heme aquí, envíame a mí»

Cumplamos entonces con la gran comisión a la cual fuimos llamados, en medio de un mundo sordo y ciego, pero que Dios ama y quiere que alcancemos.    Oración.

«Gracias amado Jesús por escogerme y llamarme a tu reino, quiero responder a mi llamado consagrando mi vida a ti, que pueda proclamar tu Palabra aun en medio de la crisis, sabiendo que los resultados son tuyos. Espíritu Santo límpiame y santifícame para ser un instrumento de bendición en esta generación que tiene oídos sordos y ceguera espiritual, que la luz de Cristo alumbre sus corazones. En el glorioso y santo nombre de Jesús, amén.

jueves, 22 de mayo de 2025

El mover soberano de Dios

 


El mover soberano de Dios

 “Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles. Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor”. Hebreos 12:27-29

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3

Cuando vemos cambios sociales, desórdenes climáticos, crisis, guerras, transformaciones culturales y políticas, decimos que todas estas cosas son por causas humanas, pero no nos detenemos a pensar que también hay causas divinas, porque a veces Dios permite el caos y el desorden, con el propósito de sacudir lo que es terrenal. El problema no es que el mundo cambie, el problema es que como iglesia no percibamos que todos estos cambios también nos incluyen. En Mateo 24:6 Jesús añadió una advertencia fundamental: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin”. Aquí el Señor nos dice: “no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca”.

Estas palabras contienen más que una simple advertencia profética, es una instrucción a no temer, pero tampoco ignorar, a no entrar en pánico, pero tampoco a permanecer indiferentes, todo lo que ocurre tiene una raíz espiritual. Nada se mueve en la tierra sin haber sido permitido en los cielos. Esto habla de la soberanía de Dios que mueve los hilos de la historia humana.

En estos momentos muchos cristianos no están notando que hay un debilitamiento de la sensibilidad espiritual, no se trata sólo de pecado sino de frialdad. Mateo 24:12 dice “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”.

En Apocalipsis 3:17 dice: “Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. La iglesia de Laodicea representa la iglesia de los últimos días, caracterizada por la apostasía, una iglesia que es rica, pero está ciega y desnuda. Una iglesia que se ha vuelto complaciente y que necesita urgentemente la gracia que regenera, las vestimentas de la justicia de Cristo y el Espíritu que ilumina los ojos del corazón. Esta es una imagen de una fe desconectada de la realidad espiritual.

La frialdad espiritual de muchos no es otra cosa que el síntoma de haber dejado de mirar con los ojos del Espíritu. El mundo está mostrando síntomas de deterioro que lo llevará al juicio divino, pero también síntomas de transición a una nueva etapa espiritual, con el regreso del Señor Jesucristo.

Quizás como le pasó a Elías, muchos buscan a Dios en los grandes ruidos, pero no se dan cuenta que Él ya está hablando en el susurro de los acontecimientos. (1 Reyes 19:11-12) Todo ese mover de Dios lo podremos captar solo los que estemos conectados con su Espíritu.

Hoy vemos que la cultura se acelera, las leyes cambian, el mal se normaliza, la moralidad se diluye, pero en medio de todo esto hay mensajes que solo se comprenden a la luz de la Palabra. No hay que esperar un evento sobrenatural para saber que Dios está hablando; solo hace falta mirar desde el Espíritu de Dios, conectados con Él, lo que el mundo intenta maquillar: el dolor generalizado, la ansiedad colectiva, los colapsos emocionales, los conflictos incontrolables que no son solo efectos sociales, son síntomas espirituales, Romanos 8:22-23 dice “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo”.

Pidamos al Señor tener los sentidos ejercitados para que discernamos estos tiempos porque no basta con conocer la Palabra, sino saber cuándo se está cumpliendo delante de nuestros ojos. (Hebreos 5:14) Pidamos a Dios oír el susurro de su voz en medio de tanto ruido.   Oración.

«Amado Señor, sé que el dolor anuncia un nacimiento, lo que parece destrucción es el anuncio de un mover soberano tuyo. Señor ayúdame a madurar a la luz de tu Palabra para comprender que todo lo que está sucediendo a mi alrededor es porque tu gloria se está levantando, pero no la percibiré si me enfoco en la comodidad de mi día a día y no en clamar y buscar tu rostro, porque las señales invisibles de tu poder solo las revelas a los que buscan tu Presencia. En Cristo Jesús, amén.

miércoles, 21 de mayo de 2025

Preparados espiritualmente

 


Preparados espiritualmente

 “Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”. Mateo 24:3-8

Los discípulos preguntaron a Jesús por las señales de su venida y por el fin de los tiempos. Jesús primero respondió: «Mirad que nadie os engañe». El hecho es que siempre que miramos a las señales nos volvemos susceptibles a ser engañados. En estos tiempos se han levantado muchos falsos profetas que hablan de falsas señales de espiritualidad, poder y autoridad, la verdad es que debemos poner la mirada en Jesús y en sus palabras para no caer en el engaño. (Mateo 24:11,24)

En sus enseñanzas reservadas a los discípulos en el Monte de los Olivos, Jesús respondió en torno a tres preguntas básicas: 1) la destrucción del templo, 2) su Segunda Venida, y 3) el fin. Jesús evoca los trágicos acontecimientos que rodearían la destrucción de Jerusalén, para describir las condiciones que precederían su propio regreso y esta profecía ya se cumplió en el año 70 d.C. El Señor nos advierte contra engaños de índole religioso, levantamientos sociales y políticos, que cada vez son más frecuentes, calamidades naturales que suceden todos los días en distintas partes del planeta, deslealtades y persecución a los cristianos en algunos lugares, todas estas cosas anuncian que estamos en los finales tiempos.

Pero dice el Señor que todo esto será principio de dolores haciendo alusión a los “dolores de parto”, que marcará la transición de esta era con la por venir.

Este es un mensaje de preparación para los últimos tiempos, el problema es que muchos estamos tan distraídos por el ruido del mundo que no escuchamos, estamos tan ocupados con lo inmediato que nos hemos olvidado de lo eterno. No permitamos que el Señor nos sorprenda con su venida y nos halle dormidos espiritualmente. Volvámonos más sensibles a su voz, más atentos a las señales, más obedientes a su dirección. Necesitamos hoy más que nunca activar nuestra fe, leyendo su Palabra, orando y velando para que el evangelio llegue hasta el último rincón de esta tierra.

Todo está escrito en su Palabra, pidamos discernimiento para entenderla, para que se agudicen nuestros sentidos espirituales, porque no es una advertencia vacía, sino una invitación de amor, porque es un Padre que nos está anunciando con tiempo lo que sucederá para que estemos listos. Como lo dijo Pablo en 1 Tesalonicenses 5:4 “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón”.

Esta promesa es para los que velan, para los que oran, para los que disciernen, para los que se humillan y buscan al Señor con todo su corazón. No con miedo, sino con reverencia, no con ansiedad, sino con expectativa. Porque Jesús vuelve y queremos tener un corazón preparado, un espíritu sensible, y una fe firme, para lo que el Señor tiene reservado para nosotros. Los ojos naturales ven acontecimientos, los ojos espirituales ven señales, esta diferencia ha sido una constante a lo largo de la historia sagrada, no es que el mundo esté sin dirección, es que muchos no han aprendido a leer lo que el cielo está escribiendo. Lucas 21:11 dice “y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo”. Solo los que estén preparados espiritualmente lo captarán.   Oración.

«Amado Señor, quiero estar preparado para tu segunda venida. Que cuando te manifiestes con poder y gloria, no me aleje de ti avergonzado sino que pueda verte cara a cara. Sé que el pecado enfría mi amor por ti y por los demás, ayúdame a llevar una vida santa y en comunión contigo, que esté lleno de tu Santo Espíritu, para discernir las señales y entender cuánto necesito hablar de tu amor en estos tiempos. En el glorioso nombre de Jesús, amén.

martes, 20 de mayo de 2025

Una iglesia despierta

 


Una iglesia despierta

 “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir”. Mateo 25:1-13

Decíamos en el devocional anterior que quizás muchos cristianos hemos sentido en nuestro espíritu como una inquietud, por todo lo que escuchamos que está sucediendo en el mundo; esto no es casualidad, es el Espíritu Santo despertando a la iglesia (la esposa de Cristo), para que esté alerta y velando en oración ante el inminente regreso de Jesús.

Así como las vírgenes prudentes, que tenían sus lámparas encendidas porque no dejaron agotar el aceite, que representa la presencia del Espíritu Santo avivado en los corazones. Pero también dice la parábola, respecto de las vírgenes insensatas que no estaban listas y sus lámparas estaban apagadas, porque no eran genuinas en su fe, y que cuando llegó el esposo tuvieron que escuchar: “De cierto os digo, que no os conozco”.

La clave aquí es velar, vigilar con temor de Dios y anhelo por la Presencia de Jesús. Deberíamos vivir a la luz de la realidad de que algún día nos encontraremos frente a Él, tanto si eres salvo o no. El Señor pondrá a prueba la autenticidad de la fe.

Cuando el Señor recoja a su iglesia, cada creyente se irá con Él, no con base al mérito personal, todos iremos por la gracia de Dios, ya que nos salvó por su gracia, nos ha guardado por la gracia y nos llevará por su gracia.

El tiempo de gracia continua, pero no será indefinido y aunque no podemos poner fechas, si podemos discernir los tiempos, como creyentes y no como los fariseos a quienes Jesús les dijo en Mateo 16:1-3: “Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo. Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡más las señales de los tiempos no podéis!

No podemos caer en la ceguera espiritual, es tiempo de levantarnos y abrir nuestros ojos y oídos espirituales porque estamos a las puertas del regreso de Jesús y Él, nos hace un llamado espiritual a posicionarnos como verdaderos hijos de Dios. La Biblia muestra que Dios siempre prepara a los suyos antes de hacer algo que ya ha determinado que hará; como en el diluvio, cuando le dio instrucciones a Noé para construir un Arca, a José que le reveló sueños antes de la hambruna en Egipto, a Moisés que le habló desde la zarza ardiendo antes del éxodo de su pueblo, a Jesús lo preparó en el desierto antes de iniciar el ministerio. ¿Qué está haciendo Dios con nosotros ahora? ¿Qué señales nos está enviando?

El Espíritu Santo está afinando los sentidos de su iglesia, removiendo lo superficial y sacando lo profundo a la luz. Hebreos 12:27 dice “Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles”. Y en esto hay un propósito, es para purificar, para sacar lo falso de lo verdadero, para hacer nacer una iglesia más despierta, más comprometida, más llena del Espíritu y ese proceso ya ha empezado.   Oración

«Amado Jesús, despierta mi espíritu para mantenerme en comunión contigo y discernir las señales que nos estás dando en este tiempo, que indica que tu venida está muy cerca, aviva el fuego de tu Espíritu dentro de mí, anhelo tu Presencia y deseo fervientemente tu regreso. Necesito que me enseñes a orar y a velar, para mantenerme firme y alerta hasta el final. Gracias, por esa esperanza que me has dado, de que algún día estaré junto con toda tu iglesia delante de ti, adorándote. En el nombre de Jesús, amén

lunes, 19 de mayo de 2025

La voluntad de Dios revelada a los que le temen

 


La voluntad de Dios revelada a los que le temen

 “Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así: A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades”. Amós 3:1-2

“Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. Amós 3:7

La voluntad divina es revelada a todos los que lo aman, la cual no se revela al mundo, sino a sus siervos los cuales no podemos dejar de obedecer al Señor. Como dice Salmos 25:14 “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto”. El objetivo es llevar el evangelio a aquellos que no lo conocen y advertirles que una vida sin Dios los llevará a la perdición.

Ante su Palabra declarada, debemos reverenciar el nombre del Señor y obedecer. Cuando Jehová comunica su terrible mensaje de juicio sobre el pueblo de Israel al profeta Amós, el profeta no puede sino profetizar y les dice que no se quejen de él porque profetiza, puesto que debe obedecer a Dios. Al profeta se le ha dejado penetrar en el secreto de los planes del Señor. Por que como dice Jeremías 23:18 “Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó?” Sólo los que viven en intimidad y comunión con Él les serán revelados sus planes.

Los profetas eran informados de antemano de lo que Dios iba a hacer con su pueblo. En un sentido más amplio esto se aplica a todos los creyentes, “porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”. Hechos 4:20. Ya Dios ha dejado todas las profecías del fin de los tiempos escritas en su Palabra, y no podemos ignorarlas, sino proclamarlas, porque esto es una verdad poderosa. Esta afirmación no es un simple consuelo para su iglesia, sino una advertencia para los que no creen. Dios anuncia con anticipación los tiempos cruciales a través de sus profecías. Las señales espirituales, advertencias y cumplimientos proféticos que según la Palabra de Dios marcarán un punto de quiebre en la vida de todos los creyentes y en el futuro de este mundo.

Las advertencias acerca del pecado y del castigo se aplican a la gente de hoy de la misma manera que para el pueblo de Israel. Por eso, no tendremos excusas cuando sobrevenga el juicio sobre la tierra. No tomemos a la ligera sus advertencias en la Palabra, porque Dios se valió de los profetas para anunciar a su pueblo lo que vendría, para que se arrepintieran y volvieran a Él, pero lastimosamente el pueblo no hizo caso.

Muchos creyentes sentimos en nuestro espíritu que algo se avecina, que los tiempos que estamos viviendo no son normales, que lo que está sucediendo en el mundo no es producto del azar, sino señales cada vez más evidentes de que estamos entrando en una nueva etapa profética. Jesús mismo lo dijo en Mateo 24:33-34 “Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”.

Esa expresión “a las puertas”, no es metafórica, indica inmediatez, urgencia, algo que está por suceder. Y esto es la venida del Señor Jesucristo que comenzará con el rapto de su iglesia.

Amós 8: 11-12 nos advierte “He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando la palabra de Jehová, y no la hallarán”.

Este tipo de hambre espiritual ocurre cuando el pueblo ha olvidado las advertencias por mucho tiempo, y llega a un punto donde ya no se oye. No porque Dios haya dejado de hablar, sino porque el corazón se ha endurecido, por eso hay que prestar atención. Ahora el cielo está abierto a través de la iglesia, pero no estará por siempre.

¿Cómo prepararnos?, ¿qué actitudes adoptar? ¿y qué decisiones pueden determinar el futuro espiritual de muchos?     Oración

«Amado Dios, gracias por tu Palabra santa revelada a todos los que creemos en ti. Tú dices: “la comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto”. Todas las profecías de tu plan de redención eterno ya han sido plasmadas en tu Palabra, sobre el destino de los que te amamos y de los que te rechazan. Espíritu Santo inquieta mi corazón a conocer las profecías, a estudiarlas para poder proclamarlas y llamar así a muchos al arrepentimiento, para que te conozcan como el Único y Suficiente Salvador. En el nombre de Jesús. Amén.

domingo, 18 de mayo de 2025

Abre los ojos de nuestro entendimiento

 


Abre los ojos de nuestro entendimiento

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” Isaías 14:12-14

“alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”. Efesios 1:18

“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Juan 16: 8-11

La falsa gloria y el orgullo que seduce a este mundo vienen de Satanás que lleva a los hombres a sobreestimarse a sí mismos, de tal manera que llegan a pensar que no necesitan de Dios, a independizarse de Él y a considerarse dioses. Como dice Romanos 1:21, 25 “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido……. ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.

El hombre piensa así, coloca su voluntad por encima de la voluntad y el carácter de Dios y esto lo lleva al pecado. Podemos imaginarnos entonces al ser humano insignificante pero orgulloso en esta tierra, desobedeciendo abiertamente a Dios y haciendo lo que desea. Jesús dijo en Juan 16:9 “El pecado del mundo consiste en que el mundo se niega a creer en mí”. (NTV)

El Espíritu Santo fue quien abrió los ojos de nuestro entendimiento, para que nos alumbrara la luz de Cristo, nos mostró las mentiras del enemigo que trastornan a las naciones, con filosofías erróneas, expectativas falsas acerca de Dios, de la vida y mentiras acerca de nosotros; Él trae la verdad de Dios a nuestros corazones, para que conozcamos a Jesús como el Hijo de Dios, cambia nuestra visión espiritual para que veamos a Dios correctamente.

El ministerio presente del Espíritu Santo en el mundo es convencerlo de pecado, justicia y juicio, quiere producir evidencia a través del evangelio en los corazones de los hombres, para traerlos a esta convicción, para que puedan tomar una decisión frente a Dios, para que tengan fe y para que confíen en Jesucristo como su Señor y Salvador, que es nuestra justicia delante de Dios.

Es una experiencia hermosa y fructífera tener al Espíritu Santo como el maestro que nos enseñe, pidamos hoy que nos dé espíritu de sabiduría y revelación para un mayor conocimiento de Dios y pidamos por aquellos que todavía no creen en Jesús.  Oración.

«Señor Jesús, llena mi vida con la presencia de tu Espíritu para crecer cada día en el conocimiento de Dios. Hoy te pido por los perdidos, para que inundes de luz sus corazones y puedan verte como su única esperanza, derriba todas las fortalezas donde se esconden y quita el manto de mentiras en que están envueltos. Trae Espíritu Santo convicción de pecado, justicia y juicio, enséñales la verdad, desvanece todas las justificaciones que los apartan de ti y ten misericordia de ellos. Amén. 

sábado, 17 de mayo de 2025

Diseño divino de la enseñanza y discipulado

 


Diseño divino de la enseñanza y discipulado

 “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad” Tito 2:1-7

La primera obligación de los líderes cristianos es enseñar. Hemos de instruir a otros para que vivan en la fe, no importa la edad que tengan. Las enseñanzas deben provenir primero del ejemplo de nuestra propia vida.

A través de Tito se da instrucciones a la iglesia para designar personas preparadas para compartir el ministerio, personas que practican la verdad y son capaces de comunicar eficazmente la sana doctrina y que pueden ayudar a atender al Pueblo de Dios.

Se le dice a los ancianos y ancianas, no por su edad sino por su trayectoria en la vida cristiana, que deben instruir a los más jóvenes para que vivan vidas santas y sean reverentes en su comportamiento. Por eso es tan importante el testimonio intergeneracional. En la Biblia vemos el ejemplo de Timoteo que fue moldeado por el amor de Loida, su abuela y su madre Eunice. (2 Timoteo 1:5). Este es el poder transformador del discipulado en el hogar y aquí se ve la influencia de las mujeres sobre sus generaciones. El testimonio de padres fieles hacia sus hijos, deja un legado espiritual duradero, no solo fortaleciendo la iglesia local sino, impactando vidas de manera personal y profunda.

Las personas cristianas mayores, con nuestra experiencia de vida y sabiduría en la Palabra, tenemos la oportunidad de ayudar a los más jóvenes en cómo vivir su fe y cómo enfrentar los desafíos con una perspectiva espiritual. Dentro de la iglesia se pueden construir conexiones divinas donde las generaciones se unan, no sólo para aprender, sino para caminar juntas en el llamado que Dios nos ha dado.

Este es un diseño divino de enseñanza y discipulado que trae unidad en la iglesia; porque sin importar la edad y la etapa de la vida, los diferentes ministerios forman un papel fundamental en la edificación del cuerpo de Cristo, porque todos podemos complementarnos y trabajar juntos. Así como los jóvenes pueden aprender de nuestra experiencia y sabiduría, nosotros los que tenemos tiempo en la vida cristiana, podemos encontrar en ellos, entusiasmo, pasión y creatividad. La multiforme gracia de Dios une distintas generaciones para animarnos, exhortarnos y avanzar juntos en la fe. 1 Corintios 12:12 nos enseña: “Porque, así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.   Oración.

«Amado Dios, qué bendición es caminar en comunidad y reflejar la unidad que sólo Cristo puede dar. A los más ancianos en la fe, ayúdanos a cuidar nuestro testimonio, a ser ejemplo para aquellos que son más jóvenes y que necesitan guía y consejo para vivir su fe. Permítenos crecer cada día más en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo para transmitir la verdad con fidelidad. En el precioso nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, amén.

viernes, 16 de mayo de 2025

Un corazón nuevo y un espíritu nuevo

 


Un corazón nuevo y un espíritu nuevo

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Ezequiel 36:26-27

Hemos sido creados a la imagen y semejanza de Dios y para su gloria como lo manifiesta Isaías 43:7 “todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice”. Sin embargo, por causa del pecado hemos distorsionado ese diseño original, y nuestro corazón se ha endurecido. Cuando le permitimos a Dios entrar en nuestras vidas lo primero que Él quiere hacer es sanar nuestro corazón, porque la restauración comienza de adentro hacia afuera.

Por eso el Señor nos hace esta hermosa promesa “Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros”, Y, además asevera que pondrá dentro de nosotros “su Espíritu”, para que nos ayude en nuestro andar espiritual.

En este pasaje el corazón de carne es contrastado con el corazón de piedra, implicando que la naturaleza fría como la piedra y dura del corazón de nosotros sería reemplazada por una espiritualidad cálida y viva. Ese corazón nuevo se refiere a nuestra mente y voluntad que deben ser transformadas. Un corazón duro no es apto para recibir la buena semilla de la Palabra de Dios para que dé fruto; pero, un corazón de carne es impresionable y dócil, apto para que la Palabra de Dios haga su obra en él. Esto nos habla de la “gracia soberana” de Dios, porque el ser humano no puede tener un corazón nuevo a menos que el Señor se lo dé.

El Señor quiere una renovación completa de nosotros, para ello prometió que su Espíritu vendría a morar en nosotros, promesa que se cumplió en el momento de nuestra conversión; y que es la única forma de ser transformados porque nos da su poder para hacer su voluntad. Debemos entender entonces que, por impura, dura y fracturada que esté nuestra vida, Dios nos ofrece un nuevo comienzo.

Por medio de la sangre de Cristo puede borrar nuestros pecados, sanar nuestro pasado, quitar nuestras cargas y darnos una nueva oportunidad para que volvamos en intimidad con Él y encontrar la paz que necesitamos, como dice Job 22:21 “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien”.

Él quiere darnos una nueva vida en abundancia, por la sangre de Cristo que expía y por la obra santificadora del Espíritu Santo, que es aplicada a nosotros por nuestra fe en Jesús, limpiando nuestra conciencia de malas obras y de toda contaminación del pecado.

Todos los que creemos tenemos parte en el nuevo pacto, tenemos un nuevo corazón y un espíritu nuevo para andar en la nueva vida que Jesús nos ofrece. Dios nos dará un corazón de carne, blando y tierno, que cumpla su santa voluntad. La gracia renovadora obra un cambio tan grande que puede cambiar un corazón endurecido por un corazón de carne. Dios pondrá dentro su Espíritu como Maestro, Guía y Santificador. Él nos equipa con su gracia para cumplir el propósito por el cual nos escogió y llamó.  Oración.

«Padre Dios, gracias por tu hermosa promesa de renovación de mi corazón y mi espíritu. Anhelo un espíritu recto donde solo puedas habitar, ayúdame a comprender que soy heredero de la gracia y la abundancia de los cielos. Entender que el pecado me despoja, me arruina y no me deja vivir una vida plena. Quiero caminar en el Espíritu y dejar que su obra santificadora cubra mi ser, límpiame y restáurame. En el nombre de Jesús, amén.

jueves, 15 de mayo de 2025

Mente sana. Segunda parte

 


Mente sana. Segunda parte

 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26:3

“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”. Salmos 139:23-24

Es difícil evitar los conflictos en el mundo donde vivimos, pero el Señor promete mantenernos en paz aun en medio de ellos, para poder hacerlo debemos perseverar en Él, apoyados en su amor y su poder, manteniendo nuestros pensamientos y nuestra confianza en Dios. Cuatro consejos para renovar nuestra mente:

1-Teniendo nuestros pensamientos en Dios.

El Señor nos dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” Mateo 22:37 y en Isaías 26:3 “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”.

Una de las maneras que sabemos que amamos a una persona es cuando invertimos tiempo para pensar en ella. De la misma manera ocurre con Dios. Si lo amamos sentiremos que no lo podemos sacar de nuestra mente, por tanto, nuestro deseo debe ser priorizar su voluntad, honrándolo con nuestras palabras y acciones.

Todo lo que usted piensa y dice tiene que ver con Dios. No es un asunto de religiosidad, lo que ocurre es que ahora que le hemos confiado nuestras vidas a Él, reconocemos que conoce nuestros pensamientos y no queremos desobedecer incluso con lo que pensamos. Además, Él nos pide que pensemos lo bueno, lo puro, lo honesto, todo lo que es verdadero, todo lo que es digno de alabanza (Filipenses 4:8) y esos son los pensamientos de Dios, que están plasmados en su Palabra.

2-Fortaleciendo nuestra relación con el Espíritu Santo

Solos no podemos cambiar nuestra forma de pensar, necesitamos la ayuda de Dios. Por lo tanto, nuestra relación con el Espíritu Santo es de vital importancia para que nuestra mente pueda ser renovada. Como dice Efesios 4:23 “y renovaos en el espíritu de vuestra mente”. Es dejar que el Espíritu Santo renueve nuestros pensamientos y actitudes.

Un cambio de mentalidad es un proceso profundo en el que interviene el poder de Dios, pero también nuestra disposición al cambio. Ciertamente el cambio comienza con la purificación de nuestra mente. Dicha obra se le atribuye al Espíritu Santo, quien nos purifica y santifica en la medida que vamos creciendo espiritualmente.

3-Filtrando nuestros pensamientos

Todo pensamiento que surja en nuestra mente, debe ser filtrado a través de la Biblia. De esta manera si adoptamos un pensamiento, debe ser filtrado por la Palabra. Cristo es la verdad, Él mismo es el conocimiento, por tanto, todo pensamiento que se rebele contra su enseñanza debe ser rechazado o repelido.

“derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 2 Corintios 10:5

No puedes evitar que las aves vuelen sobre tu cabeza, pero sí que hagan un nido en ella”. Muchos pensamientos intentarán alojarse en nuestra mente, pero será nuestra responsabilidad permitir que se hospeden en ella.

4-Eliminando contenido nocivo

Mientras no cambiemos el contenido que ponemos en nuestra mente a través de lo que vemos, leemos o escuchamos, será difícil experimentar nuevos resultados. La Biblia nos da un consejo en torno a la elección del contenido que deberíamos aceptar.

“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”. 1 Corintios 10:23

Preguntémonos por aquello que veremos, escucharemos o leeremos ¿edifica o no?, es un buen ejercicio a la hora de elegir. Procuremos buscar contenidos que aporten a nuestra sana edificación.

Pidamos al Espíritu Santo que purifique y santifique nuestra mente, rindámonos a Él, permitiendo que su Palabra limpie nuestros pensamientos cambiándolos por los de Dios (Juan 15:3).   Oración.

«Amado Señor, deseo amar tus mandamientos y pensar en tu ley todo el tiempo. Me despojo de los recuerdos que intencionalmente he guardado aun sabiendo que me hacen daño, también de todo pensamiento impuro y destructivo. Te pido perdón si he visto cosas vergonzosas que deshonran tu nombre. Ayúdame a poner mis pensamientos en ti, a llevar todo pensamiento cautivo a la cruz de Cristo, a fortalecer mi relación con el Espíritu Santo para que renueve mi mente y mi corazón, “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno. Amén.