miércoles, 18 de mayo de 2022

La soberanía de Dios

 


La soberanía de Dios

“Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José en Egipto, diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno”. Mateo 2:19 -23

“Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos” Salmos 135:6.

La soberanía de Dios se ve en este relato, los magos de oriente fueron guiados divinamente a la casa donde estaba el niño Jesús, su propósito era honrarlo y adorarlo, era el Rey que había nacido. Dios intervino sobrenaturalmente para asegurar la protección de su Hijo de todos aquellos que procuraban su mal, por eso a través de sueños un ángel le advierte a José que huya a Egipto porque Herodes tenía la intención de matar al niño, estaba lleno de celos de este pequeño inocente, que era el verdadero Rey del cielo. El Padre maneja los hilos de la historia, nada ni nadie puede interponerse a su plan soberano de salvación, por eso cada profecía sobre Jesús se ha cumplido al pie de la letra.

Pasado el peligro José nuevamente escucha instrucciones de parte de Dios y regresa nuevamente a la tierra de Israel y se establece en Nazaret cumpliéndose otra vez lo dicho en las Escrituras. El inicio de la vida de Jesús en esta tierra no fue nada fácil, no hubo para Él un lugar en el mesón, Herodes quiso matarlo, toda Judea lo rechazó y aún en Nazaret no creyeron en Él e intentaron asesinarlo como dice Lucas 4:29 “y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada la ciudad de ellos, para despeñarle”, sin embargo, Jesús nunca dudo de su llamado y misión delegada por el Padre, por eso, no descansará hasta culminar todo propósito hasta el final de los tiempos.

Dios es soberano y nada lo hará desistir, lo que Él ya ha establecido, lo hará. Por eso como hijos de Dios tenemos que confiar en la voluntad divina, sus designios son perfectos. Jesús enseñó sobre la soberanía de Dios cuando al orar dijo: “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”. Mat 6:10. Cuando decimos que Dios es soberano queremos decir que Él tiene el control de todo, incluso de aquello que pensamos que no está bajo su control.

Muchos se preguntan ¿por qué permite la maldad? En realidad, la maldad proviene de la desobediencia a los principios de Dios, la oscuridad de este mundo es ausencia de la luz de Dios en la vida de las personas.

Enfrentarnos a dificultades, mirar lo que sucede conforme a lo que pedimos en oración y ver como Dios se glorifica aun en medio del sufrimiento, debe enseñarnos a confiar en su soberanía. Necesitamos aprender a ser obedientes a su voluntad divina, si Jesús se sometió a ella, no debemos nosotros dudar en hacerlo. Cuando independientemente de lo que sucede confiamos y nos deleitamos en Él, entonces Él concederá los deseos de nuestro corazón. Salmo 37:4

Seguros de que nuestra vida está en sus manos digamos en oración lo que dice el Salmo 138:8 “Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.   Oración.

«Gracias amado Dios, porque tu propósito para mi vida siempre será el mejor, y aunque a veces no comprenda plenamente tu voluntad, sé que eres soberano, nunca te equivocas. Hoy quiero abrazar tu soberanía, amor, bendición y gracia que me son suficientes para cumplir tu voluntad, ayúdame a confiar en medio de la dificultad que tienes el control de todo. En el nombre de Jesús. Amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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