Confianza y perseverancia
“No perdáis,
pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la
paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo
vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos
de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para
preservación del alma” hebreos 10:35-39
Este es un
llamado a perseverar, a no abandonar la fe en tiempos difíciles, sino demostrar
a través de la paciencia que nuestra fe es genuina. Necesitamos entereza para
seguir haciendo la voluntad de Dios en medio de las adversidades, confiando
nuestra vida presente y futura en manos de Dios, y recordando que Él ha sido
fiel con nosotros en el pasado y lo seguirá siendo siempre.
Cuando dice
“no perdáis vuestra confianza”, es no echarla fuera de nosotros por dura que
sea la situación, porque tenemos una esperanza segura que es el regreso de
Cristo, ya que se nos dice “aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no
tardará”. Esa confianza tiene un grande galardón, que es la vida eterna y la
dicha de perseverar, mostrando la misma solicitud hasta el final con la obra de
fe y amor en su Nombre, como dice hebreos 6:10-12 “Porque Dios no es injusto
para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su
nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que
cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena
certeza de la esperanza”.
Esta exhortación
a la perseverancia y paciencia nos debe llevar a la esperanza, porque el Señor
no quiere que ninguno retroceda, sino que vivamos estos tiempos con fe,
colocando nuestra mirada en su regreso. No seamos de los que nos dejamos llevar
a la deriva hacia atrás, porque podemos naufragar; sino de los que tenemos una
fe que nos capacita para mantener el control de nosotros mismos, hasta que Él
vuelva.
Cristo
volverá pronto y culminará su plan salvador. Seamos de los que tenemos fe para
preservación del alma (hebreos 10:39); por eso, sostengámonos como viendo al
Invisible, como lo hizo Moisés quien creyó en la promesa, “Por la fe dejó a
Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible”
(hebreos 11:27).
El que es
justo ante los ojos de Dios, vivirá por la fe en Jesucristo, quien lo dio todo
para asegurarnos una eternidad junto a Él, donde seremos recompensados
ricamente. Oración.
«Señor,
gracias por alentarme con tu palabra, recordándome que siempre has sido fiel en
medio de mis pruebas y compasivo con los que me rodean. Hazme crecer en
confianza y perseverancia, haciendo con fidelidad la obra que me has
encomendado. Dame la paciencia que me capacita para continuar en pie, bajo las
circunstancias difíciles que estoy viviendo, por mi fe en ti y en la promesa de
que pronto volverás. En Cristo Jesús, amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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