Tomemos
posesión de lo que Cristo nos ha dado
“Y Josué
dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a
poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?” Josué 18:3
“Sino que lo
necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del
mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo
menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de
que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús,
el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y
redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”
1 Corintios 1:27-31
A Israel se
le dio en propiedad la tierra, antes de que tomaran posesión de ella y la
disfrutaran; por eso Josué les dice ¿hasta cuándo van a esperar para tomar
posesión del territorio que les otorgó el Señor Dios de sus padres?
La actitud
de los líderes de las tribus de Israel es desconcertante, ya que por años
anduvieron por el desierto para llegar hasta la tierra prometida y, teniéndola
ante sus ojos, no entraron a poseerla; hasta que Josué les dice ¿qué es lo que
están esperando?
Esto parece
semejante a la actitud de aquellos cristianos que ruegan a Dios por soluciones
a sus problemas; piden recursos económicos y oportunidades de trabajo, pero
cuando tienen los recursos, cuando se les presentan las oportunidades, cuando
ven la solución delante de sus ojos, no asumen las responsabilidades y tareas
que éstas conllevan y se quedan sin poseer lo que Dios les ha concedido.
Espiritualmente
puede pasar lo mismo; cuando conocemos a Jesús, recibimos perdón,
justificación, redención, sabiduría, poder, acceso directo a Dios, victoria
sobre los poderes demoníacos, autoridad sobre el mal y el don más grandioso que
es la presencia del Espíritu Santo; fuera de todo esto, nos pertenecen todas
las promesas de Dios en su palabra.
Si vemos
bien, es una gran herencia ganada por Cristo en la cruz para nosotros; sin
embargo, no siempre tomamos posesión y disfrutamos plenamente de todas estas
bendiciones espirituales en nuestras vidas. Olvidamos que “el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo ya nos bendijo con toda bendición espiritual en los
lugares celestiales en Cristo” (Efesios 1:3), y seguimos viviendo como si no
tuviéramos nada.
Así como
Israel recibió la tierra como un don del Señor, nosotros hemos recibido en
Jesús todas las bendiciones espirituales. La pregunta es ¿cuánto tiempo
esperaremos hasta que comencemos a tomar posesión de estos dones?
Dios nos
escogió para bendecirnos con las bendiciones que no se pueden encontrar más que
en el cielo, cosas que están fuera de nuestra capacidad; nos escogió para
hacernos mejores, para darnos solo lo que Él puede dar, para manifestar su
poder y gloria a través de nuestra vida; nos escogió para que fuéramos santos e
irreprensibles para Él, como dice Colosenses 1:21-22 “Y a vosotros también, que
erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas
obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte,
para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él”.
También
puede que hayamos entregado nuestra vida a Jesús, pero no le permitimos a Él
tomar posesión de todos los aspectos de ella como: las finanzas, trabajo,
amigos, matrimonio, familia, vida de oración y demás; ¿qué es lo que estamos
entonces esperando? Oración.
«Señor,
gracias porque me has bendecido en Cristo con muchas bendiciones espirituales,
dones y habilidades; ayúdame a tomar posesión de lo que es mío por la fe en
Jesús, para vivir una vida de sabiduría, humildad, integridad y fidelidad
delante de ti. En el nombre de Jesús, amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
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