Jesús, Único y Singular
“En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era
en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada
de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz
de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no
prevalecieron contra ella” Juan 1:1-5.
Todo el
evangelio de Juan es una respuesta a la pregunta que muchos se hacen: ¿Quién es
Jesucristo? La respuesta de Juan es: Jesús es Dios, es Singular y Único. El
propósito de Juan es llevarnos a creer y a tener una comunión con Dios por
medio de Jesucristo. Por eso es necesario entender quién es.
Es la
Palabra única de Dios: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios,
y el Verbo era Dios” (Juan 1:1). Jesús es llamado la Palabra, el Verbo, el
Logos. Es el «memra» de las Escrituras hebreas, esta palabra tiene su
equivalencia al griego con la palabra logos que es traducida al español como
Verbo. Este vocablo «Logos» no puede ser explicado por la filosofía griega,
sino por el tetragrama hebreo:
“YHVH” =
Jehová. ¡Él es el Jehová! ¡Él es el Verbo! ¡Él es la Palabra viviente! ¡Él es
el que es!
El Verbo o
Palabra, es uno de los nombres más elevados y más profundos que se le da al
Señor Jesucristo. Jesús es el Verbo, y este nombre reúne todo lo que fue dicho
acerca de Jehová en el Antiguo Testamento. Jesús no sólo estaba con Dios al
principio: “el Verbo era Dios”, lo que nos aclara que Jesús es Dios.
Es el único
creador de todo: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que
ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3). Por medio de Él, Dios hizo todas las
cosas. Colosenses 1:16 dice: “Porque en él fueron creadas todas las cosas, las
que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por
medio de él y para él”.
Es la única
luz del mundo: “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La
luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”
(Juan 1:4). La luz es un sinónimo de bondad y verdad y es más fuerte que la
oscuridad. La oscuridad no puede prevalecer contra la luz.
Es el único
transformador de vidas: “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en
su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino
de Dios” (Juan 1:12-13). Creer en Jesús significa la mayor y más significativa
transformación: Dios nos hace hijos y nos recibe en su familia.
Es la única
revelación de Dios: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en
el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (Juan 1:18). Jesús es la imagen del
Dios invisible (Colosenses 1:15).
Pidamos al
Espíritu Santo que nos dé entonces una fresca revelación de quién es Jesús,
tener una comprensión más profunda de lo que significa ser hijos de Dios y así
darlo a conocer a otros. Oración.
«Amado Padre
celestial, gracias porque te has revelado en la persona de Jesucristo lleno de
gracia y verdad, por ayudarme a comprender que Jesús es mi Único Salvador que
ha venido a darme luz y a transformar mi vida. Quiero tener un entendimiento
más profundo de lo que significa ser tu hijo. Ayúdame a tener la claridad para
decirle a otros quién es Jesús y cómo pueden conocerle. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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