Tiempos de
prueba
“Mas el Dios
de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que
hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca
y establezca.” 1 Pedro 5:10
Los tiempos
de prueba son, sin duda, de gran aprendizaje y expectativa, pues por lo general
estamos pasando por momentos de espera ante alguna dificultad, iniciativa,
enfermedad o cualquier otro asunto, y la verdad es que, en esos días, aunque
sea lo que menos intensamente queramos hacer, lo único y más eficiente que
debemos poner en práctica es la oración, humillarnos bajo la poderosa mano de
Dios para que como dice su Palabra en 1 Pedro 5:6, Dios nos exalte cuando Él
considere que es el tiempo.
También
podemos notar que estos tiempos son una fiel comprobación de nuestra confianza
en Dios, porque por lo general son episodios en nuestra vida que no podemos
controlar ni solucionar y que nuestra única opción es esperar, y para nuestra
certeza y tranquilidad, lo único que nos queda es esperar en Dios, en su
respuesta y en su voluntad, y para esto el Señor nos manda a ser sobrios y
velar, porque nuestro enemigo, el diablo, está como león rugiente buscando
quién está débil y dudando para así devorarlo; por lo cual nos indica Dios que
lo resistamos, permaneciendo firmes en nuestra fe, es decir, en Él, confiando
en su poderosa Palabra y en sus promesas. Algo que el Señor nos da como
consuelo, es saber que nuestros hermanos en la fe, que ya pasaron y otros que
están pasando por los mismos padecimientos, lo han superado con el poder y la
fe en Dios. (1 Pedro 5:8-9).
Finalmente,
la promesa fiel y maravillosa que hemos visto en otras personas y que así mismo
se cumplirá en nosotros, es la que el Señor nos ha dado en nuestro versículo de
hoy, la cual nos asegura que el Dios que tenemos como Padre, el cual nos ha
llamado a su misma gloria en nuestro salvador Jesucristo, después que hayamos
sufrido tan solo un poco de tiempo, Él mismo nos perfeccionará, afirmará,
fortalecerá y establecerá. Y esto es espectacular solo con pensarlo; así que
hermano, resiste porque Dios no tarda y su obrar es sin igual. Oración.
«Dios Santo,
eres admirable y digno de toda gloria, te alabo y exalto tu hermoso nombre;
eres Dios de toda gracia y bondad, tu amor es sin igual. Te pido Padre que Tú
mismo sigas formando en mí ese carácter de tu Hijo y así poder glorificarte con
todo lo que soy; bendice mi vida y la de todos mis seres queridos, para que
cada vez más, encontremos en ti la paz y esperanza que tanto anhelamos, en el
nombre de Jesucristo, tu Hijo. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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