Mi justicia está en Jesús
“Porque la
paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro”. Romanos 6:23
Usted ¿Qué
haría si le dicen que, por sus mentiras, enojos, malos pensamientos, falsos
juramentos y toda palabra, acto u omisión que ha cometido durante su vida
merece la muerte, pero que Dios le regala vida eterna si decide creer en
Jesucristo?
De la muerte
son dignos merecedores todos aquellos que cometen pecado, porque para Dios el
único pago por este delito es la muerte, pero, entonces, si todos hemos
cometido pecado, ¿por qué solo con creer en Jesucristo es suficiente para no
merecer la muerte y por el contrario tener vida eterna? Porque Dios, que tanto
amó al mundo, envió a su Hijo a morir por el pecado de todos (Juan 1:29).
Cuando Jesús
murió en la cruz lo hizo en sustitución de todos, pero la salvación es para
cada persona que ahora cree, porque a Él que no cometió pecado, Dios lo hizo
pecado, es decir, puso todos nuestros pecados en su cuerpo en la cruz, para que
así cada creyente recibiera esa justicia que Jesús logró con su muerte (2
Corintios 5:21).
Muchas veces
nos cuesta creer que solo por medio de la fe o del creer en Jesucristo, Dios
nos de todo, pero esto es lo que nos dice la Biblia, «Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo
por la fe vivirá.» (Romanos 1:17). El justo, es decir, el que recibe la
justicia de Dios, vivirá y tendrá vida eterna por medio de la fe, y claramente
la fe en Jesucristo, porque Él es el único que nos puede salvar, pues dice la
Escritura que, todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo (Romanos
10:13).
Así que, te
invito a que confieses con tu boca que Jesús es el Señor, y creas en tu corazón
que Dios lo levantó de los muertos, y serás salvo. «Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura
dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado». (Romanos 10:10-11.).
Y a ti que
ya has creído, te invito para que con esta poderosa verdad no te quedes,
compártela y permite que, así como a ti, también a muchas personas les llegue
la luz, la verdad, la justicia y la vida, Jesucristo. Oración.
«Padre,
gracias porque siendo perfectamente merecedor de la sentencia por mi pecado, tú
enviaste a tu Hijo a morir por mí y ahora la condena que merecía se ha
transformado en salvación y vida eterna por medio de mi fe en Él. Te pido que
esta verdad llegue a millones de personas para que sean libres de la esclavitud
y paga del pecado, en el nombre de Jesús. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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