Nuestro Dios
incomparable
“¿No has
sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de
la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay
quien lo alcance.” Isaías 40:28
¿Habrá algo
que podamos esconderle a Dios? ¿Será que existe algo imposible para Dios?
¿Puede haber alguna cosa que se escape del control o conocimiento de Dios?
Ciertamente no, la Biblia nos describe a un Dios que todo lo sabe, que todo lo
puede y que está en todas partes, pero lo mejor de todo, es que nos revela que,
por nuestra fe en Jesucristo, nosotros podemos llamarle Padre, pues por el
hecho de creer en la obra salvadora de su Unigénito Hijo hemos pasado a ser sus
hijos adoptivos; hecho que nos confirma Efesios 1:5 que dice “en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” y que, como leemos, esto ha
sido por su inagotable amor y porque Él así lo decidió.
Pero, a
pesar de todo lo que vemos, leemos, escuchamos y hemos experimentado, muchas
veces nos quejamos, nos olvidamos y renegamos de Dios; le reclamamos por el
hecho de estar pasando por situaciones difíciles o incómodas, pensando que el
Señor se ha olvidado de nosotros, que no ha podido resolver nuestra dificultad
o que simplemente no le importamos; a lo cual nuestro Dios hoy nos responde
conforme dice su Palabra en Isaías 40:28 ¿no sabes que soy el Dios eterno, el
creador del mundo, que no me canso y que mi inteligencia no hay quien la
alcance?
El Señor hoy
nos exhorta a que simplemente confiemos en Él. Muchas veces dudamos y
reprochamos, pero ese es justamente el camino contrario para encontrar la
bendición y misericordia de Dios; Él hoy nos promete que a los que lo esperamos
y en Él confiamos nos dará nuevas fuerzas, levantaremos alas como las águilas,
correremos y no nos cansaremos, caminaremos y no nos fatigaremos. No importa
qué tan difícil o grande sea nuestro problema, Dios nos levantará y nos hará
volar por encima de la más grande dificultad (Isaías 40:31). Oración.
«Padre
Celestial, gracias por revelarme tu poder y majestad sobre todo lo creado; pero
así mismo me pides confiar y esperar en tu voluntad, pues eres soberano. Te
pido me fortalezcas en el conocimiento de tu Palabra para entender cada vez
más, lo alto, lo ancho y lo profundo de tu gran amor, y así pueda vivir en la
paz de confiar en tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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