Caminar con
Dios
“Estas son
las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con
Dios caminó Noé”. Génesis 6:9
Algo que
podemos aprender de la vida de Noé es que, a pesar de que el pensamiento de sus
semejantes era solamente al mal, Noé era diferente, pues con Dios caminó Noé.
Nosotros como creyentes de la presente época también debemos marcar la
diferencia, no siendo parte de la multitud que vive conforme a los deseos de su
corazón y no con base a los principios de Dios.
Otro claro
ejemplo de caminar con Dios lo podemos observar cuando hacemos un breve repaso de
la vida de Jesús, pues la Escritura en 1 Juan 2:6 nos exhorta a andar como
Jesús.
Podemos
notar que Jesús se levantaba muy temprano a orar (Marcos 1:35).
Para Jesús
hacer la voluntad de Dios era como su alimento físico, “Jesús les dijo: Mi
comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.” (Juan
4:34)
A Jesús le
agradaban los niños y los bendecía (Marcos 10:13-16).
Las palabras
de Jesús y sus enseñanzas siempre eran con base a la verdad, a la palabra de
Dios (Juan 8:46-47).
Jesús reconocía
su dependencia del Padre para toda obra que realizaba y toda palabra que
enseñaba (Juan 14:10, Juan 12:49).
A Jesús no
le gustaba la hipocresía, denunciaba a aquellos que pretendían mostrar
exteriormente algo contrario a lo que eran interiormente (Juan 22:27-28).
La esencia
del carácter de Cristo es su amor y compasión, como ejemplos tenemos: la
resurrección de Lázaro donde Jesús lloró (Juan 11:33-34, Juan 11:38-44), la
resurrección de la Hija de Jairo el cual le rogó a Jesús para que fuera a su
casa y la salvara, a lo que Él accedió (Marcos 5:21-23, Marcos 5:35-43) y el
caso de la mujer adúltera donde Jesús impidió que la mataran apedreándola y en
lugar de eso la perdonó y la liberó de su pecado (Juan 8:3-11).
Y tú,
¿caminas con Dios? ¿Andas como Jesús? Oración.
«Dios, que
hermoso es caminar contigo, caminar a la luz de la verdad, la justicia y la
equidad; te doy gracias por permitirme conocerte y por enseñarme el camino que
debo escoger. Te pido que me concedas la gracia y el conocimiento para siempre
elegir hacer tu voluntad y no dejarme impregnar por las ideas e inclinaciones
de la multitud; ayúdame a ser luz, en el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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