Orando unos
por otros
“orando en
todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos;” Efesios 6:18
“Exhorto,
ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de
gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” 1 Timoteo
2:1-3.
Vivimos
tiempos difíciles y necesitamos orar constantemente unos por otros. También por
la ciudad o lugar donde vivimos, por las autoridades, y por todas las personas
que nos rodean.
No parece
que una oración hará la diferencia frente a la maldad del mundo actual, pero es
todo lo contrario, nuestra oración es la forma en que Dios demuestra su
soberanía sobre toda situación actuando por medio del amor que ha puesto en sus
hijos. Es por esto que la creación entera aguarda la manifestación de los hijos
de Dios (Romanos 8:19) y esta manifestación es la del amor.
Cuando
ponemos en práctica el amor, pedimos la intervención del Todopoderoso y nos
colocamos delante de su presencia entre nosotros y las personas por las cuales
oramos. Este hecho lo demuestra la Palabra de Dios, “y busqué entre ellos
hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor
de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé” (Ezequiel 22:30).
Por esto, ahora como hijos de Dios, somos nosotros los llamados a hacer vallado
y a colocarnos en la brecha delante de Dios.
Así mismo,
orar por nuestras autoridades tanto espirituales como por los gobernantes es
algo agradable a Dios que es conforme a su voluntad, así que roguemos a Él con
acción de gracias, con insistencia y amor, esperando que Dios actúe por medio
del Espíritu Santo que mora en nosotros, pues: “Y a Aquel que es poderoso para
hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros,” (Efesios 3:20) Oración inicial
«Padre,
amado Dios, te pido por mis hermanos, por mi familia y por cada uno de los
seres que has colocado a mi alrededor, te encomiendo sus vidas, sus planes, sus
dificultades. Obra Señor poderosamente en ellos y bendícelos con tu presencia,
con tu paz y llénalos de toda tu gracia. En el nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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