lunes, 7 de marzo de 2022

Escrito en tu libro

 


Escrito en tu libro

“Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vio tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas” Salmos 139:13-16

La concepción, formación y nacimiento de un bebé es algo maravilloso, la escritura sagrada nos dice que : “Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas”, y esto nos revela que todo lo que fue formado en nosotros fue planeado por Dios.

El ácido desoxiribonucleico (ADN) es un ácido que contiene las instrucciones genéticas, la información usada en el desarrollo y funcionamiento de un ser vivo; estas instrucciones genéticas almacenan lo que va a ser formado en un ser viviente en gestación; coincide maravillosamente con lo que la Biblia siglos antes había declarado.

Esta información genética tiene un orden, una lógica y un diseño que no pudo desarrollarse por coincidencias sucesivas de millones de años, no hay probabilidad que soporte que esto ocurriera así. Sin embargo, si hay información codificada y estructurada de manera inteligente, podemos concluir sin faltar a la verdad que alguien tuvo que codificarla, y por supuesto que es nuestro Dios todopoderoso y eterno que nos formó en el vientre de nuestra madre, programando los mecanismos inteligentes para que todo fuera hecho conforme Él lo concibió.

Sin embargo, el pecado del hombre ha vuelto a gran parte de la humanidad insensible aun a las evidencias científicas, que claramente muestran un ser único desde el momento de su concepción, un ser especial que vendrá al mundo con un propósito particular.

Por esto, todos los creyentes estamos llamados a mostrar a través de la Biblia la evidencia del amor de Dios y a través de nuestra vida mostrar sus formidables maravillas, pues cuando recibimos a Cristo nos es dada luz a nuestra conciencia para entender que el Señor ya nos miraba cuando solo éramos un embrión, un ser en formación.

¿Cómo es posible entonces que los seres humanos pretendan quitar la vida a un ser en formación, siendo obra de las manos de Dios?

Es momento de levantarnos en amor, pero también en verdad a enseñar la Palabra de Dios al mundo perdido, a presentar los argumentos de nuestra fe, que son superiores a cualquier argumento humano; con mansedumbre corrigiendo a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad (2 Timoteo 2:25)    Oración.

«Gracias Señor por el don de la vida, porque desde el vientre de mi madre me conoces y me formaste; ahora me has hecho nacer espiritualmente por medio de la fe en Cristo y alabo tus maravillosas obras. Te clamo por todos los bebés en formación para que tú los protejas de la maldad del corazón del hombre. En el nombre de Jesús, amén.   Difundiendo el mensaje de Jesucristo.

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