Escrito en
tu libro
“Porque tú
formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré;
porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo
sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui
formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vio tus
ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas,
sin faltar una de ellas” Salmos 139:13-16
La
concepción, formación y nacimiento de un bebé es algo maravilloso, la escritura
sagrada nos dice que : “Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que
fueron luego formadas”, y esto nos revela que todo lo que fue formado en
nosotros fue planeado por Dios.
El ácido
desoxiribonucleico (ADN) es un ácido que contiene las instrucciones genéticas,
la información usada en el desarrollo y funcionamiento de un ser vivo; estas
instrucciones genéticas almacenan lo que va a ser formado en un ser viviente en
gestación; coincide maravillosamente con lo que la Biblia siglos antes había
declarado.
Esta
información genética tiene un orden, una lógica y un diseño que no pudo
desarrollarse por coincidencias sucesivas de millones de años, no hay
probabilidad que soporte que esto ocurriera así. Sin embargo, si hay
información codificada y estructurada de manera inteligente, podemos concluir
sin faltar a la verdad que alguien tuvo que codificarla, y por supuesto que es
nuestro Dios todopoderoso y eterno que nos formó en el vientre de nuestra
madre, programando los mecanismos inteligentes para que todo fuera hecho
conforme Él lo concibió.
Sin embargo,
el pecado del hombre ha vuelto a gran parte de la humanidad insensible aun a
las evidencias científicas, que claramente muestran un ser único desde el
momento de su concepción, un ser especial que vendrá al mundo con un propósito
particular.
Por esto,
todos los creyentes estamos llamados a mostrar a través de la Biblia la
evidencia del amor de Dios y a través de nuestra vida mostrar sus formidables
maravillas, pues cuando recibimos a Cristo nos es dada luz a nuestra conciencia
para entender que el Señor ya nos miraba cuando solo éramos un embrión, un ser
en formación.
¿Cómo es
posible entonces que los seres humanos pretendan quitar la vida a un ser en
formación, siendo obra de las manos de Dios?
Es momento
de levantarnos en amor, pero también en verdad a enseñar la Palabra de Dios al
mundo perdido, a presentar los argumentos de nuestra fe, que son superiores a
cualquier argumento humano; con mansedumbre corrigiendo a los que se oponen,
por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad (2
Timoteo 2:25) Oración.
«Gracias
Señor por el don de la vida, porque desde el vientre de mi madre me conoces y
me formaste; ahora me has hecho nacer espiritualmente por medio de la fe en
Cristo y alabo tus maravillosas obras. Te clamo por todos los bebés en
formación para que tú los protejas de la maldad del corazón del hombre. En el
nombre de Jesús, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
No hay comentarios:
Publicar un comentario