Cristianos llenos del Espíritu Santo. Parte 2
“Pero
Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria
de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los
cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Entonces
ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra
él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus
ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban,
mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de
rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y
habiendo dicho esto, durmió.” Hechos 7:55-60.
Esa llenura
que tuvo Esteban, incluso para soportar la muerte, viendo la gloria de Dios, es
la llenura que todos podemos tener; pero, ¿qué impide que seamos llenos?, una
razón que contrasta con la historia de Esteban es el temor, “El temor del
hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado” (Proverbios
29:25), Esteban no tuvo temor de dar testimonio sabiendo que podría morir, pues
él mismo, al predicarle a quienes lo escuchaban, les cuenta el contexto de la
historia de los profetas, que muchos fueron muertos por la rebeldía del pueblo.
Sin embargo, siguió adelante, esta es la llenura, estar dispuestos a dar la
vida por Jesús, no por un impulso emocional, sino por nuestra voluntad sometida
y alineada a la voluntad de Dios.
Otra
evidencia de la llenura de Esteban es la identificación con nuestro Salvador
Jesucristo, pues en el momento en que estaba siendo apedreado, en vez de
enojarse con sus verdugos o lanzar frases de odio, como su Señor, pidió al
Padre que los perdonara, tal como el Señor Jesús dijo “Y Jesús decía: Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).
Ser lleno
del Espíritu es algo que podemos pedir ahora mismo; es la voluntad de Dios que
seamos llenos y lo primero que ocurrirá es que se nos quite todo temor del
hombre para predicar el evangelio y que Cristo mismo sea revelado en nuestra
vida, identificándonos plenamente con su vida, su carácter y su amor.
¿Estás
dispuesto, hermano, a ser lleno del Espíritu de Dios?, entonces pide con fe y
así será, la única condición es que lo creas, porque no es por méritos propios
sino por lo que Cristo hizo en la cruz por ti. Él quiere que seamos llenos de
gracia y poder para ser testigos fieles de su amor, colocando nuestra mirada en
el cielo y no en las cosas de la tierra.
Oración.
«Padre, hoy
quiero dar testimonio efectivo de tu amor, no ser apático a tu llamado de
anunciar el evangelio a toda criatura; por eso te pido que me llenes de tu
Espíritu Santo para anunciar con denuedo tu amor. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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