Pensar
diferente. Parte 1
“Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:1-2.
Al tener una
nueva vida en Cristo, tenemos su gracia actuando permanentemente en nosotros,
que nos conduce o nos impulsa a NO dejar que nuestro cuerpo sea un instrumento
del mal para servir al pecado, (Romanos 6:13). Y ya que hemos sido tratados con
tanto amor, no debemos seguir las conductas ni las costumbres de este mundo,
más bien debemos permitir que Dios nos transforme en personas nuevas al
cambiar, en nosotros, la manera de pensar.
La forma en
que el Señor cambia nuestra manera de pensar es que, cuando recibimos a Cristo,
somos sellados con el Espíritu de Dios y tenemos la mente de Cristo,
produciéndose un cambio de dentro hacia afuera, iniciando por nuestro espíritu
pero manifiesto o evidente en nuestra alma y cuerpo. La profundidad de este
hecho está escrita en la palabra de Dios, la cual nos revela que: “Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la
mente de Cristo” (1 Corintios 2:16), y el contexto de este versículo nos está
explicando que Dios nos reveló a nosotros, por el Espíritu, cosas grandes y
extraordinarias “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de
hombre”. Estas cosas están escritas en la palabra de Dios y son reveladas a
nosotros los hijos de Dios cuando, con oración y toda disposición, tomamos el
tiempo para estudiarlas, memorizarlas y practicarlas (1 Corintios 2:9-11).
Si muchos de
nosotros tenemos una profesión u oficio y hemos dedicado años a estudiar y
mediante la práctica hemos ido adquiriendo destreza, también lo debemos hacer
con este inmenso tesoro que nos ha sido dado a nosotros que somos simples
vasijas de barro, llenas con la gracia de nuestro Salvador; por lo tanto,
estamos llamados a estudiar profundamente las escrituras, para lo cual Dios nos
ha dado a su Espíritu, a fin de entender todas estas revelaciones que impactan
lo que creemos, transforman nuestro pensamiento y modifican nuestras acciones.
Es un creer
correcto, es un pensar verdadero, es un sentir equilibrado y es un hacer en
justicia, porque a nosotros, su iglesia, conforme dice la escritura “Y a ella
se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque
el lino fino es las acciones justas de los santos.” (Apocalipsis 19:8).
¿Ha cambiado
tu manera de pensar?, ¿es radicalmente diferente a la del mundo? Oración.
«Padre, que
mis pensamientos sean purificados por tu palabra de verdad mediante la acción
de tu Espíritu en mí, guiándome a no acomodar mi pensamiento a las ideas e
ideologías del mundo, sino a pensar todo lo bueno y lleno de virtud que nos
revela tu escritura sagrada, para poder experimentar tu voluntad buena,
agradable y perfecta. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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