¿Qué expectativas tienes en Dios?
“Nuestra
alma espera a Jehová; nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se
alegrará nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu
misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti”. Salmos
33:20-22
La esperanza
de la que hablamos ayer está vinculada con la expectativa. ¿Qué expectativa tenemos
en Dios? Tenemos a un Dios de imposibles, de pactos y promesas, ¿qué visión
tenemos de nuestra situación en las manos de Él?
Recordemos a
Abraham. Dice Romanos 4:18-19 “El creyó en esperanza contra esperanza, para
llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así
será tu descendencia. Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que
estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz
de Sara”. Él no se fijó en las dificultades y obstáculos para que se cumpliese
la promesa, sino que puso su fe en Dios y en lo que le había dicho, en otras
palabras, puso su fe en su Palabra, no en las circunstancias. Y esto es lo que
debemos hacer si tenemos grandes expectativas frente a lo que Dios va a hacer
con nosotros.
Toda su obra
es hecha con fidelidad porque es un Dios bueno y justo, todos los días vemos
pruebas de su bondad en esta tierra, sin embargo, nos falta más alabanza para
Él, que nuestro corazón y labios lo adoren. Nada impedirá que el propósito
eterno de Dios se cumpla, por eso no podemos vivir fuera de su plan porque
perderemos toda esperanza. Como dice el salmista en Salmos 27:13-14 “Hubiera yo
desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los
vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a
Jehová”.
Dios quiere
una profunda fe y adoración, de parte de nosotros por todo lo que Él es y por
lo que Él hace. Por eso debemos ser constantes en la oración, firmes en la
espera, no solo del resultado final de nuestra esperanza futura y eterna, sino
de nuestro presente porque Dios es nuestra ayuda y nuestro escudo, está con
nosotros en cada situación. Nuestra confianza debe descansar en sus promesas
reveladas, que nos muestran su carácter santo, su misericordia y bondad hacia
nosotros.
Hablemos con
fe, con alabanza y esperanza, lo que decimos son semillas que algún día
germinarán. Oración.
«Señor,
gracias porque este año es una oportunidad para renovar mi esperanza, retomar
tus propósitos y verlos cumplir confiando en tu palabra, no quiero que las
circunstancias me detengan, por eso coloco en tus manos cada aspecto de mi
vida, tú harás todo conforme a tus promesas y harás cosas asombrosas porque
eres mi Dios, mi ayuda y escudo. En el nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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