Jesús
bendice a los niños
“Y le
presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que
los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños
venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De
cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará
en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los
bendecía”. Marcos 10: 13-16.
De esta
porción de la palabra podemos sacar dos grandes enseñanzas:
1. Todos los
niños, sin importar la edad, se benefician de la bendición de Dios: Como padres
creyentes, tenemos la responsabilidad de enseñarle a nuestros hijos el camino
de la fe y del amor de Cristo. Llevarlos cada día a su presencia en oración, es
una buena forma de dejar que los niños se acerquen a Él, sin embargo, hay algo
que nunca puede fallar y es el ejemplo. La mayor parte del aprendizaje en los
primeros años de vida se da por imitación. ¿Qué tan cerca estamos los padres o
tutores de Dios? ¿Le buscamos para que nos bendiga? Los niños del mundo, ahora
más que nunca, necesitan la bendición de Cristo, solo Él los puede librar del
sistema de valores de este mundo que se levanta cada vez con más fuerza contra
la niñez, su esencia y su inocencia.
2. Todos
nosotros, sin importar la edad, debemos recibir la bendición de Dios como si
fuéramos niños: La característica más importante de ser niño es precisamente la
dependencia total a sus padres o cuidadores primarios. Un niño no se puede
valer por sí mismo, así que debe permanecer sujeto a las directrices de sus
cuidadores para poder sobrevivir. ¿Dependemos de Dios como si fuéramos niños?
¿Estamos sujetos por completo a su voluntad? Cuando un niño logra tener un
apego seguro con su cuidador, ese niño tiene todas las posibilidades de triunfar
en la vida, está preparado para enfrentar al mundo sin temor y puede alcanzar
lo que se proponga. Es igual en nuestra relación con Dios cuando dependemos de
Él por completo, todas las cosas nos ayudarán para bien, enfrentaremos el
futuro con esperanza y estaremos listo a hacer lo que Él nos muestre.
Que el Señor
tome en sus manos a nuestros niños, los bendiga y los guarde del mal para que
no los dañe. Que nosotros podamos ser ejemplo para ellos, que la dependencia
sea total al único Dios verdadero. Oración.
«Señor Jesus
por favor bendice a nuestros niños, que crezcan en estatura y gracia hacia Dios
y sus semejantes. Que en nosotros puedan encontrar el mayor ejemplo de entrega
y amor a tu nombre. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último
de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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