Espejismo o
realidad
“Fíate de
Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en
todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia
opinión; teme a Jehová, y apártate del mal.” Proverbios 3: 5-7
Según el
diccionario, un espejismo es cualquier ilusión del sentido de la vista, que nos
lleva a percibir la realidad erróneamente; los espejismos en el desierto son
ilusiones ópticas, que aparecen como bellos paisajes, deseables a la vista y
fáciles de alcanzar pero que al llegar a ellos simplemente se desvanecen porque
nunca fueron verdad. En nuestra vida diaria nos encontramos muchas veces en
medio de ilusiones parecidas a éstas; con respecto a ello Proverbios 16: 25
dice: “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de
muerte”.
Los humanos
constantemente cambiamos la verdad del Dios creador y todopoderoso por las
mentiras ilusorias del sistema de valores de este mundo. Fácilmente nos dejamos
llevar por nuestras emociones permitiendo que estas controlen nuestras
decisiones, despreciamos deliberadamente las grandes e incomparables promesas
que Dios nos regaló y nos vamos tras nuestros propios caminos siguiendo una
ilusión que hoy puede estar y parecer maravillosa, pero que al igual que un
espejismo del desierto, mañana desaparecerá porque nunca fue verdad. La palabra
es clara y nos advierte: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Como son más altos los cielos que
la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos” Isaías 55: 8-9.
Cuando
decidimos confiar en Dios con todo nuestro corazón y buscar su voluntad
entonces Él enderezará nuestro camino y nos bendecirá con fruto abundante:
“Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será
como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus
raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el
año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto” (Jeremías 17: 7-8). En
contraste, ser sabios en nuestra propia opinión, solo garantizará que
tropecemos y caigamos como ciegos que no tienen quien los guíe. Abracemos la
verdad de Dios y desechemos los espejismos a los que nos lleva nuestra propia
prudencia. Oración.
«Padre
celestial, guíame a toda verdad, haz en mí tu voluntad y no permitas que vaya
tras caminos de mentiras y de muerte. En la sombra de tus alas siempre quiero
estar. Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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