Héroes de fe
“¿Y qué más digo? Porqu
e el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.” Hebreos 11: 32 – 34.
En hebreos
11 encontramos un resumen de las historias de vida de algunos hombres de fe que
cambiaron el mundo a su alrededor ¿quiénes eran? Realmente estos hombres antes
de tener un encuentro con Dios eran personas comunes y corrientes como muchos
de nosotros; hombres y mujeres de carne y hueso con necesidades, con sueños,
con desesperanzas y sobre todo, llenos de defectos. Sin embargo, hubo algo que
cambió sus vidas de forma radical, cada uno experimentó un encuentro cercano
con el Dios de lo imposible y desde ese momento sus vidas no volvieron a ser
las mismas. La Biblia anota que estas personas lograron hacer cosas imposibles,
impactaron a su generación y las generaciones venideras de tal manera que sus
nombres son recordados hasta el día de hoy en muchos lugares de la tierra. ¿Qué
tenían en común? ¿Qué podemos aprender de ellos?
Lo primero,
es que todos ellos tenían fe en el Dios verdadero, lo conocían personalmente y
por ello le obedecían sin temor a ser defraudados. Recordemos que la fe es la
certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1);
ellos estaban completamente seguros que Dios siempre cumple sus promesas. Lo
segundo es que eran apasionados y diligentes en cumplir el propósito para el
cual Dios los había llamado, así que amaron lo eterno hasta el punto de
menospreciar su propia vida y sus posesiones terrenales, con tal de alcanzar lo
que Dios les había prometido. Ellos fueron testigos de Dios y del poder
transformador de Cristo en sus vidas, pasaron de ser seres viles y corrientes a
ser los héroes más grandes de la historia y Dios no se avergonzó de llamarse Su
Dios.
Por lo
tanto, sigamos su ejemplo, despojémonos del pecado y de todo lo que no nos deje
conocer a Dios, pongamos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra
fe, el cual soportó el desprecio, el dolor, la adversidad y el sufrimiento, por
el gozo de darnos la salvación que tanto necesitamos. Seamos testigos de Cristo
y nuestros nombres nunca serán borrados de la historia eterna. Oración.
«Señor
Jesús, tus promesas me proveen de fuerzas para hacer lo que me pidas, dame la
fe para hacer cosas imposibles por amor a tu nombre. Amén. Todo corazón
“Luego
pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín,
por cuarenta años. Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio
también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a
mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero. De la descendencia de éste, y
conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel”. Hechos 13:
21-23.
La biblia
nos habla de la vida de tres hombres muy importantes en la historia de Israel:
Saul, David y Salomón, cada uno de ellos fue rey sobre Israel durante cuarenta
años, cada uno de ellos fue elegido por Dios, cada uno de ellos eligió su
propio destino según la abundancia de su corazón:
· Saúl: El
rey sin corazón: Un hombre alto, apuesto y fornido, lamentablemente también
desobediente, orgulloso y soberbio, que antepuso su voluntad por encima de la
de Dios. Después de muchos fracasos y guerras perdidas terminó con su vida
tirándose sobre su propia espada. Su reino fue entregado a David.
· David: El
rey todo corazón: el más pequeño entre sus hermanos, pero también el más
valiente, fiel y responsable; cuidó por muchos años las ovejas de su padre
Isaí, buscó a Dios de todo su corazón y con toda su alma y Dios lo puso como
rey sobre Israel. Se equivocó y pecó muchas veces, pero siempre volvió
arrepentido y humillado ante Dios, por ello recibió bendición, victoria sobre
todos sus enemigos, una vejez fructífera y por por si fuera poco la promesa de un
reino inconmovible pues de su descendencia saldría el Mesías, el salvador del
mundo.
· Salomón:
El rey medio corazón, su nombre significa amado de Jehová, su padre fue David y
mientras buscó a Dios y obedeció su palabra, fue el rey más sabio, y más próspero
sobre toda la tierra, sin embargo, su vida empezó a declinar cuando decidió
apartarse de Dios e ir tras sus deseos carnales. Dios no le quitó su reino en
vida, pero si lo hizo después que murió y se lo entregó a sus enemigos.
Tres
poderosos reyes, tres hombres con un mismo llamado, pero con un destino
diferente. Elige, ¿Qué corazón quieres tener?
Oración.
«Padre amado
despierta mi corazón para que sea conforme al tuyo, quiero buscarte con todo mi
ser, despiértame hoy. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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