Cuando Dios
sonríe
“Mi arco he
puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y
sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi
arco en las nubes. Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y
todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir
toda carne.” Génesis 9: 13-15
En Génesis 6
encontramos la historia del diluvio universal y de cómo Dios se arrepintió de
haber hecho al hombre, y le dolió en su corazón. Cuenta la historia que la
maldad era tan grande que ya nada bueno se podía encontrar en el corazón de los
seres humanos, así que Dios se propuso raer de la superficie de la tierra todo
lo creado por medio de un gran diluvio. Pero Noé, un hombre de fe halló gracia
ante Dios y él y su familia y unos pocos animales sobrevivieron gracias a un
arca gigante que Dios le ordenó construir.
Actualmente
las cosas no parecen estar mejor que en los tiempos del diluvio, cada día vemos
más maldad, odio, violencia, corrupción y toda clase de inmoralidad; nosotros
mismo muchas veces le fallamos a Dios con nuestra ingratitud, desamor, dudas,
quejas, falta de fe y con nuestra indiferencia; con todo y esto la Biblia dice
que Dios jamás intentará destruirnos de nuevo, ese fue el pacto que Dios hizo
con Noé y con toda la humanidad y como señal de ese pacto nos ha puesto “su
arco en las nubes”. Así que cada vez que los rayos del sol atraviesan las gotas
de agua que cargan las nubes, un precioso arcoíris pintado en el cielo nos
recuerda que Dios nos sigue sonriendo y que por más fuerte que sea la tormenta,
ésta pasará.
Así mismo,
Jesucristo es la manifestación más grande del amor de Dios para con nosotros,
Él es el arca que nos puede salvar de la devastación del pecado y de la muerte
que este conlleva; creer a Dios y recibir a Cristo en nuestras vidas nos abre
las puertas de la salvación y de la vida eterna. El pacto que un día Dios grabó
en el cielo, ahora es grabado en nuestros corazones por la fe en su Hijo, así
que cada vez que las tormentas de la vida arrecien, miremos dentro de nuestro
corazón y encontraremos dibujada, como un arco, la sonrisa de Dios, dándonos
descanso y provisión y recordándonos que todo va a estar bien. Oración.
«Padre
celestial gracias porque pese a las vicisitudes de la vida, yo sé que tú tienes
el control. Puedo descansar en Jesucristo y en sus promesas, todo estará bien.
Amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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