No hurtarás
“No
hurtarás” Éxodo 20:15.
Hurtar o
robar, revela el deseo incontrolable del hombre de poseer lo que no le
pertenece. Dios nos ha concedido, en administración, cosas materiales y también
bienes intangibles, porque al final todo es de Él y para Él, el tiempo, vida,
nuestro cuerpo, todo le pertenece y de todo le debemos dar cuenta, aun de cada
palabra que sale de nuestra boca.
Incumplimos
el octavo mandamiento incluso si robamos algo de muy poco valor, pues no es la
cantidad sino la intención del corazón, “Porque del corazón salen los malos
pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos,
los falsos testimonios, las blasfemias” (Mateo 15:19).
Pero también
robamos tiempo, cuando lo utilizamos o derrochamos en cosas que no valen la
pena, pues como dice la Palabra “aprovechando bien el tiempo, porque los días
son malos” (Efesios 5:16).
Si de
nuestro corazón sale este deseo de robar, aun el tiempo que nos ha sido
asignado, el cual es limitado; su Palabra de vida nos redarguye a que andemos
sabiamente, aprovechando al máximo cada oportunidad en el tiempo que tenemos,
pero sin dejarnos llevar por los afanes de la vida que nos roban la paz y la
tranquilidad que son bienes más elevados (Colosenses 4:5, Eclesiastés 3:1-2,
9). Oración.
«Padre,
purifica mi corazón por tu Palabra, forma un corazón íntegro como el de Cristo,
para tu gloria y alabanza, borra Señor mi maldad y lléname de tu amor. En el
nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario