¡Levántate y
salva vidas!
“Entró Jesús otra vez en Capernaum después de
algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico” Marcos 2:1-4.
Cuán
importante es despojarnos de nuestra comodidad para levantarnos y llevar a los
pies de Jesús a aquellos paralíticos espirituales que se encuentran en el
mundo. Y es importante que reflexionemos ¿cuántos de nosotros hemos sido como
aquellos cuatro hombres que relata el evangelio y hemos roto tejados de pena,
indiferencia, pereza, temor, para llevar a aquellos paralíticos más que
físicos, espirituales, a que conozcan del amor de Dios? Pues meditemos, ¿qué
sería de la vida de aquél paralítico si esas cuatro personas no se hubieran
levantado, lo hubieran cargado, descubierto el techo para hacerlo descender y así
lograr que tuviera su propio encuentro con el Señor? Sin duda alguna su vida no
tendría sentido, ni propósito, pues estaría muerto (espiritualmente) en sus
delitos y pecados (Efesios 2:1) De igual manera habría sucedido con nosotros si
alguien no hubiese tomado la iniciativa de compartirnos del Señor, pues
seguiríamos perdidos, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Hoy el Señor
nos pregunta “¿cómo puedes llevar a otros a que me conozcan?” Quizás hemos
respondido: no lo puedo hacer yo solo; entonces busquemos a una, dos, tres
personas para que nos ayuden a levantar a esos paralíticos espirituales, pero
no podemos quedarnos más tiempo quietos pues ellos también necesitan tener un
encuentro con Jesús; ¿no sé cómo hablarles de Jesús o qué compartirles? No nos
preocupemos, pues no somos nosotros los que hablamos sino el Espíritu Santo de
Dios (Marcos 13:11b, Juan 16:8-11)
Hermanos, el
tiempo sigue corriendo y cada vez está más cerca el gran día en el que el Señor
vendrá por sus hijos y ¿cuántos hombres se quedaran por fuera de su reino? Es
tiempo de que nos levantemos y ganemos más vidas para Cristo. Oración.
«Padre, hoy
decido dejar mi comodidad e indiferencia pues no quiero seguir pasando de largo
cuando veo en el mundo a aquellos paralíticos espirituales. Quiero ser como
aquellas cuatro personas valientes que decidieron tomar al paralítico y
llevarlo a los pies de tu Hijo Jesús, para que pudiera experimentar lo que es
tener salvación, perdón de pecados y vida eterna. En el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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