Honrando a
papá
“Honra a tu
padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya
bien, y seas de larga vida sobre la tierra” Efesios 6:2-3.
¡Cuán
privilegiados somos al tener papá! Pues desde pequeños recibimos de ellos
corrección, protección, dirección, amor y un sinfín de cosas que son dignas de
admirar. Han sido padres de hijos pródigos, dispuestos a recibirnos con brazos
abiertos, llenos de amor y misericordia (Lucas 15:20-24); padres de fe como
Abraham, quien con su ejemplo nos enseña cuán importante es creer en Dios
(Génesis 22:8); padres protectores como Noé, quien por su obediencia a Dios
resguardó a su familia en un arca para que no los tocase el diluvio (Génesis
7:5-7); padres adoptivos como José, quien por amor recibió a María y se
convirtió en el papá adoptivo de nuestro Señor Jesús (Mateo 1:18-25); y cómo no
mencionar al Padre más excepcional, nuestro Padre Celestial, quien de tal
manera nos ha amado que dio a su único Hijo para que todo aquel que en Él cree
no se pierda mas tenga vida eterna, por eso gracias a Jesús y a su obra
redentora podemos decir que somos hijos de Dios (Juan 3:16, 1 Juan 3:1a).
Como vemos,
son diferentes tipos de papás, con diversas personalidades, carácter, pero a
todos ellos, sin excepción, se nos ha dado el mandato de honrar, respetar,
cuidar y amar. De ahí que es momento de reflexionar ¿estamos honrándolos como
se debe? ¿Estamos cuidando de papá tanto en la salud como en la enfermedad,
llamándolo, respetándolo, proveyéndole en amor, dedicación y aún para sus
necesidades materiales? ¿O tal vez nos hemos enfocado en cumplir parte de ese
mandamiento solo cuidando de nuestra madre? Pero como dice la palabra, para que
nos vaya bien y seamos de larga vida, debemos honrar no solo a nuestra madre
sino también a nuestro padre.
Hermanos, si
no lo estamos haciendo es momento de cambiar, de pedirle a nuestro Ayudador que
ponga en nosotros el querer como el hacer de honrar en todo momento a nuestro
papá. Oración.
«Señor,
gracias te doy por la vida no solo de mamá sino también por papá, porque en él
también he podido ver el reflejo de tu amor y protección. Tú dices en tu
palabra que debo honrarlos, pero si examinas mi corazón sabrás que en ocasiones
no lo he hecho y te pido perdón. Hoy te pido que me lleves a amarlos como tú
los amas, pues quiero corresponderles a ellos con tu perfecto amor. En el
nombre de Jesús, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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