ADORACIÓN EN
ESPÍRITU Y EN VERDAD
"Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”, Juan 4:23-24
Nos podemos
hacer esta pregunta ¿qué es una adoración agradable a Dios? El Señor Jesús se
lo reveló a la mujer samaritana en la conversación que tuvieron junto al pozo
de Jacob. La mujer discutía sobre los lugares de adoración con Jesús, diciendo
que los judíos adoraban en Jerusalén, mientras que los samaritanos adoraban en
el monte Gerizim.
Cuando Jesús
le dice que él sabía acerca de sus muchos maridos, así como el hecho de que el
hombre con el cual vivía no era su marido, ella se sintió descubierta, e
intentó cambiar la conversación de su vida personal y pasar a temas religiosos.
Jesús no cambiaría el tema, pues quería dejar en firme sobre la verdadera
adoración.
De la
conversación se concluye que la adoración al Padre en espíritu y en verdad no
se limita a un lugar determinado geográficamente, ni debe ser regulada por las
prácticas transitorias del antiguo testamento. Con la venida de Cristo, la
separación entre judíos y gentiles ya no persiste, ni tampoco la adoración en
el templo, pues todos los creyentes adquirieron igual acceso a Dios a través de
Cristo. La adoración se cambió a un propósito del corazón, no de las acciones
exteriores, y dirigida por la Verdad y no por un rito.
La verdadera
adoración debe ser "en espíritu", es decir, que involucre todo el
corazón. Debe existir una verdadera pasión por Dios, para que haya adoración en
espíritu. Al mismo tiempo, la adoración debe ser "en verdad", es
decir, debidamente fundamentada. Si no tenemos conocimiento del Dios que
adoramos, no hay adoración en verdad. Ambas son necesarias para satisfacer y
honrar a Dios en adoración. Entre más profunda sea nuestra adoración,
mayormente será Dios glorificado.
Hermano,
Dios está buscando corazones dispuestos a hacer su voluntad, apasionados por el
estudio y lectura de la Biblia. Adorar a Dios en espíritu y en verdad implica
necesariamente amarlo con todo el corazón, el alma, mente y todas las fuerzas.
Oración.
"Señor
Jesucristo, aquí estoy dispuesto ante ti, con sencillez de corazón para hacer
tu voluntad y adorarte en espíritu y en verdad, pues mi alma se apasiona por ti
y mi carne te anhela. Te amo Señor con todo mi corazón, mi alma, mi mente y mis
fuerzas, amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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