De tumbas a jardines. Parte 3
“Al entrar
él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar
con él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los
tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha
tenido misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán
grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban” Marcos
5:18-20.
Es tan
importante conocer y apropiarnos de la única Verdad que da libertad (Jesús),
porque afuera están millones de personas que tienen áreas sumergidas en tumbas,
cuando deberían estar disfrutando, viviendo en jardines de la libertad que
Cristo por fe ya nos obsequió.
Por lo
tanto, hoy Jesús nos dice lo mismo que le dijo al Gadareno, “Vete a tu casa, a
los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha
tenido misericordia de ti“. Él nos hace esta invitación de ir y contarles a
aquellos hombres y mujeres sumergidos en el descontrol, sin lucidez, aislados,
apartados, rechazados y que están comiendo de la basura que ofrece el mundo, la
carne y Satanás, que solo en Cristo hay libertad.
La biblia no
relata cuánto conocimiento tenía este Gadareno de la palabra de Dios, solo nos
revela que bastó tener ese encuentro con Jesús para ir por toda Decápolis y
contar lo bueno y misericordioso que Jesús había sido con él. Por lo tanto, no
tenemos excusa, porque todos podemos hablar de ese encuentro que tuvimos con
Jesús en donde conocimos su amor y experimentamos su libertad.
Por eso
levantemos nuestra voz “Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he
puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo
último de la tierra” Hechos 13:47. Tenemos que ir con el poder del Espíritu
Santo de Dios y con las armas espirituales a sacar a esas personas de los
sepulcros en los que se encuentran para que sean impactados con su amor.
Hermanos,
preguntémonos ¿cómo podemos ser instrumentos de Dios para llevar a las personas
que están en tumbas, a los jardines de la libertad y el amor de Dios? Haciendo
lo mismo que el Gadareno, obedeciendo al mandato del Señor (Marcos 16:15). Oración.
«Padre, no
quiero callarme más y guardarme lo bueno y misericordioso que has sido conmigo,
quiero ser como aquel Gadareno que fue por toda una región compartiendo que
todo aquel que cree en ti puede gozar de tu amor y libertad. En el nombre de
Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de
Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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