No se apartará de ti mi misericordia
“Porque los
montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi
misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene
misericordia de ti.” Isaías 54:10
“Jehová se
manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por
tanto, te prolongué mi misericordia.” Jeremías 31:3
Estas
promesas le fueron dadas al pueblo judío, por medio de los profetas, en un
tiempo donde estaban temerosos y sin esperanza por la amenaza del imperio de
Asiria sobre ellos. Isaías predica el consuelo de Dios para los que todavía
permanecían fieles a Él y les dice que el Señor no quebrantará su pacto de paz,
muy a pesar del pecado que los había llevado a esta condición. Así como Dios es
tardo para airarse, es pronto para mostrar su misericordia; su bondad eterna
hizo que tuviera misericordia de su pueblo.
También es
una palabra de consuelo para nosotros, porque aquí Dios nos muestra que su
permanencia con nosotros es tan incondicional como la promesa que le hizo a Noé
en Génesis 9:11 “Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya más
toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra”.
Así también es firme la promesa que le ha hecho a su iglesia en Mateo 16:18 “Y
yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”.
Como dice
Jeremías, su amor es incondicional y su bondad eterna, por eso no debemos
perder la esperanza en medio de las aflicciones diarias. Los montes se pueden
estremecer y remover, pero las promesas de Dios nunca serán quebrantadas por
ningún suceso; todo nos puede fallar en este mundo menos Dios.
Estos
versículos son aplicables por igual a la iglesia y a cada creyente, Dios puede
corregirnos y reprendernos por nuestros pecados, pero jamás nos dejará porque
Él vive en nosotros; esto debe animarnos a ser más diligentes en buscar a Dios
y hacer más firme nuestra vocación y elección por Él. Recordemos que nunca su
amor está ausente cuando estamos en problemas, Él permanece con nosotros porque
somos sus hijos y nos ha dado su Espíritu como Ayudador y Consolador en los
momentos difíciles. Su amor, gozo y paz sobrepasan todo entendimiento y nos
sostienen en medio de las turbulencias de la vida.
No
permitamos que la ansiedad, soledad, temor y depresión ganen terreno en nuestra
vida, porque somos de Dios y tenemos al más poderoso dentro de nosotros, como
dice 1 Juan 4:4 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque
mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.
Dios nunca
nos abandonó, porque a través de Jesús mostró su amor para reconciliarnos por
medio de la cruz; situación que debía ser efectuada para estar con nosotros
porque nos ama. Su amor y misericordia se manifestaron poderosamente,
reconciliándonos y dándonos un propósito de vida y una esperanza eterna ¿Cómo
corresponder a tanta misericordia y fidelidad? siendo fieles a Él. Oración.
«Amado Dios,
gracias por estas promesas de amor y fidelidad. Entender que me amas
incondicionalmente a pesar de lo que soy o de cualquier cosa o situación
adversa, me hace tener paz, gozo y disfrutar de tu eterno amor. Me has dado el
privilegio de manifestar a Jesucristo a través de mi vida. Venga lo que venga
jamás quebrantarás tu pacto de paz, porque te deleitas en misericordia, y
aunque el mundo que me rodea esté cambiando constantemente, sé que cuento
contigo porque siempre permaneces, Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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