Dios es nuestro centinela
“Los ojos de
Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”. Proverbios
15:3
“Él señorea
con su poder para siempre; sus ojos atalayan sobre las naciones; los rebeldes
no serán enaltecidos”. Salmo 66:7
Estas
porciones bíblicas nos hablan de la omnipresencia y omnisciencia de Dios. Hay
muchos que piensan que Dios se ha olvidado de nosotros, pero esto no es así,
Dios nos observa día a día y no ignora lo que sucede en esta tierra, sea bueno
o sea malo, Él lo ve todo con claridad, ve las acciones y las intenciones de
los corazones de los seres humanos. Miremos Proverbios 15:11 “El Seol y el
Abadón están delante de Jehová; ¡cuánto más los corazones de los hombres! “
Dios está
activo y preocupado por todo lo que sucede en este mundo, los hilos de la
historia están en sus manos y llegará el día en que pondrá todo en orden como
ya lo ha revelado en su Palabra, borrará el mal y establecerá el bien y
recompensará a todos los que hacen su voluntad en esta tierra, como lo dice el
Salmo 66:7 “que sus ojos atalayan sobre las naciones”. Esta palabra en el
hebreo “atalayar” tiene varios significados, como: “inclinarse hacia adelante,
atisbar a la distancia; observar, aguardar, acechar, considerar, esperar,
extender, mirar, vigilar”, es como un centinela que nos cuida de día y de
noche.
Dios está
entonces en la ecuación de la vida humana, no podemos ignorarlo y sacarlo de
nuestra existencia, sus ojos están en todo lugar, todo lo ve, por eso debemos
vivir agradándole en todo. Nada, absolutamente nada se sale de su radar, tarde
o temprano tendremos que dar cuenta de nuestra vida. Veamos lo que dice Hebreos
4:13 “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien
todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos
que dar cuenta”.
Como
iglesia, hoy más que nunca. debemos levantar nuestra voz para proclamar el
Nombre de Cristo, para glorificarlo no sólo con palabras sino con hechos que
muestren a este mundo que hay un Dios amoroso que no es ajeno a lo que nos
sucede y que quiere darle la oportunidad a muchos de que se arrepientan, sean
salvos, liberados de la esclavitud del pecado y transformados por su gracia,
para que anden conforme a su voluntad. Oración.
«Padre
celestial gracias por cuidar de mí y de toda esta tierra, tus ojos están
vigilantes a todo lo que sucede en ella, manifiestas tu soberanía sobre todo lo
creado. Eres un Dios justo y bueno; sé que algún día tendré que rendir cuenta
de mi vida. Quiero agradarte en todo, obedeciendo tus mandamientos y
descansando en tus promesas. Guíame por sendas de rectitud por amor a tu
Nombre. En Cristo Jesús. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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