Persevera, Jesús viene pronto
“No perdáis,
pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la
paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo
vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma”. Hebreos 10:35-38
Dios nos
tiene reservada la más excelente promesa, nuestro reencuentro con Jesucristo en
el día del rapto de la iglesia. Se nos anima a no perder nuestra confianza en
el Señor que vendrá con gran recompensa, como dice 2 Timoteo 4:8 “Por lo demás,
me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo,
en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.”
Las muchas
aflicciones que tenemos que sufrir en esta tierra, no pueden nublar nuestra
esperanza, por eso debemos perseverar con paciencia hasta ese glorioso día,
donde terminarán todos nuestros padecimientos. Si nos hemos mantenido fieles
hasta ahora, ante las pruebas, debemos descansar en la gracia del Señor para
continuar viviendo por fe hasta que recibamos lo que nos ha prometido.
Necesitamos
mantener nuestra esperanza siempre delante de nosotros como los atletas, que
tienen su mirada puesta en la meta y esto los anima a seguir hasta el final.
Con mayor razón, nosotros como cristianos que vamos camino a la eternidad,
debemos esforzarnos y dar lo máximo, hasta que recibamos nuestro premio:
nuestro encuentro con nuestro amado Jesús.
En este
peregrinaje no estamos solos, el Señor siempre nos acompaña. Anhelemos su
regreso que pondrá fin a nuestra aflicción, caminando en santidad, creciendo
espiritualmente y viviendo en comunión con Él. 1 Pedro 2 :11-12a dice: “Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir
entre los gentiles”.
Alentémonos
perseverando en la fe que encontramos en la seguridad de que Cristo volverá y
no tardará en terminar su plan de salvación para la humanidad, cuando dice:
“porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Oración.
«Señor
Jesús, no quiero perder la confianza en ti en medio de las aflicciones que debo
enfrentar cada día, hasta que regreses por mí. Ayúdame a perseverar colocando
mis ojos en la promesa de la eternidad que me espera junto a ti, manteniendo
una vida santa, creciendo en tu amor y conocimiento para que el día en que
regreses me halles fiel y agradándote en todo. En el Nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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