Prácticas
del mundo
“No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.” Romanos 12:2
Por estas
fechas, alrededor del mundo, las personas tienden a participar en algunas
prácticas adoptadas de otras culturas, desconociendo que este tipo de cosas
tienen trasfondos espirituales muy profundos y que no están de acuerdo con la
voluntad de Dios.
Se celebra,
entre otras cosas, el día de todos los santos o también llamado el día de los
muertos, donde se acostumbra a orar por las almas de las personas fallecidas y
también orarles a ellas realizando alguna petición especial; cosas que no se
deben hacer, puesto que en el momento en que una persona muere, como dice
Eclesiastés 12:7, su cuerpo regresa a la tierra de donde era y su espíritu
vuelve a Dios quien fue el que lo dio; y es Dios quien determina, de acuerdo a
la fe en Jesús, de cada persona, si ésta pasa a vida o condenación eterna, como
dice Juan 3:16-18, así que las oraciones por ellos no tienen valor ni fundamento.
Tampoco es
correcto hacer peticiones a personas fallecidas, pensando en que pueden hacer
algo por nosotros acá en la tierra. En primer lugar, Dios dice que no debemos
consultar a los muertos (Deuteronomio 18:11) y Jesús, en Lucas 16:19-31, cuenta
la historia de Lázaro y un hombre rico que habían fallecido; Lázaro estaba en
el seno de Abraham y el hombre rico en el infierno, por lo que el hombre rico
pide a Abraham que envíe a Lázaro a que le testifique a sus hermanos para que
no vayan a sufrir el tormento que él estaba pasando, a lo que Abraham le
responde que si ellos no atienden a la Palabra de Dios, tampoco creerán aunque
alguno se levantara de los muertos; lo que quiere decir que el espíritu de una
persona fallecida no puede rondar la tierra, a menos que Dios lo resucite. Los
que sí existen y andan rondando la tierra son los ángeles caídos y los demonios
que se pueden hacer pasar por difuntos conocidos, ya que se disfrazan como
ángeles de luz (2 Corintios 11:14-15), así que hay que tener mucho cuidado de
no estar tratando con demonios.
Debemos ser
personas maduras espiritualmente que no nos dejemos engañar por prácticas del
mundo, que parecen piadosas y buenas, pero realmente son demoníacas y
peligrosas. La Biblia siempre nos mostrará la voluntad de Dios y nos enseñará
la verdad que trae paz a nuestro corazón.
Oración.
«Padre, que
lo común del mundo y mi falta de conocimiento no me lleven a hacer cosas que
para los demás son normales, pero que realmente perjudican mi vida espiritual;
sé que tu voluntad es buena, agradable y perfecta, así que te pido que cada día
me hagas más sabio y obediente para decidir siempre hacer lo correcto, lo que a
ti te agrada y lo que a mí me edifica, en el nombre de Jesús, Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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