Los sacrificios que le agradan a Dios
“Así que,
ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir,
fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no
os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”. Hebreos 13:15-16
Sí, ya no es
necesario volver a ofrecer sacrificios, porque el de Cristo fue perfecto y
suficiente, para quitar el pecado que nos separaba de nuestro Padre Dios, ¿qué
quiere decir este pasaje?, ¿cuál es el sacrificio que podemos ofrecerle a Dios?
Aquí se nos dice que es una continua alabanza, oración y acción de gracias, el
sacrificio de alabanza es la expresión de un corazón agradecido, una confesión
pública y gozosa de nuestra fe en el nombre de Cristo y una ofrenda de una vida
que no se avergüenza de mostrar que pertenece y sirve a Dios.
Pero también
se nos dice que podemos ofrecerle todo lo que hagamos por nuestro prójimo, ya
que la compasión y la misericordia que mostramos con otros es un sacrificio
agradable a Dios. Por eso Jesús fue tan tajante con los fariseos, porque ellos
se ufanaban de sus rituales y sacrificios en el templo, pero no practicaban la
misericordia y el amor hacia los pecadores, como dice Mateo 9:11-13 “Cuando
vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro
Maestro con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos
no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que
significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a
justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”. Además de la alabanza y la
oración, ayudar y hacer el bien a los necesitados es el mejor sacrificio
espiritual que le podemos ofrecer a Dios, es nuestra mejor adoración.
Debemos
ofrecer alabanza a Dios por medio de Jesucristo, en cada área de nuestra vida,
con fruto de labios que lo confiesen y glorifiquen por lo que ha hecho en
nosotros, esto reemplaza cualquier ritual en un templo o las formas
tradicionales de religión, que deben ser transformadas radicalmente por un
evangelio vívido que muestre a Cristo a través de nuestro testimonio.
La adoración
bajo el nuevo pacto en Jesucristo es ofrecer sacrificio de alabanza por medio
de Él, hacer el bien y compartir con otros, es lo que a Dios le agrada. Estos
sacrificios son la respuesta de amor por habernos amado primero y haber
entregado a su Hijo en sacrificio por nosotros. Oración.
«Gracias mi
amado Dios por enviar a tu Hijo en sacrificio por mí, estoy agradecido por todo
lo que has hecho y continúas haciendo en mi vida. Por eso, mi sacrificio de
alabanza es confesarte delante de todos para que conozcan que eres un Dios
grande y maravilloso. Regálame oportunidades de servir a los demás, haciendo el
bien. Que estos sacrificios espirituales me den el poder de vivir una vida
diferente, que te agrade a ti. En Cristo Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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