Cultivar
amistades
«En todo
tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.» Proverbios
17:17
“El que anda
con sabios, sabio será; más el que se junta con necios será quebrantado”.
Proverbios 13:20
En estos
tiempos difíciles, el ser y tener buenos amigos es muy importante en nuestra
vida. Porque el Espíritu anuncia que estamos en tiempos peligrosos donde hay
muchos hombres que no son confiables: “Porque habrá hombres amadores de sí
mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los
padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados,
amadores de los deleites más que de Dios,” (2 Timoteo 3:2-4).
Realmente un
panorama desalentador, pero en nosotros, los que tenemos al mejor amigo en
nuestro corazón, a Jesús, nuestra conducta y actitud debe seguir los principios
de la amistad bíblica, siendo verdaderos amigos que tienden la mano y brindan
aliento en momentos difíciles, porque esto será para los demás como dice
Proverbios 27:9: “El ungüento y el perfume alegran el corazón, y el cordial
consejo del amigo, al hombre.”
Cultivar
buenas amistades no se hace por conveniencia económica (Proverbios 19:4), sino
por crecimiento espiritual mutuo, pues el verdadero amigo edifica con amor y
con verdad. “Fieles son las heridas del que ama; pero importunos los besos del
que aborrece” (Proverbios 27:6). Dios ha dispuesto amigos a nuestro alrededor
con un propósito especial y para que en ellos coloquemos en práctica varios
principios como el perdón ante las ofensas (Proverbios 17:9), la lealtad
(Proverbios 18:24) y la sabiduría como enseña el proverbio: “El que anda con
sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”
(Proverbios 13:20).
Así que
cultivar amistades con honestidad y compartiendo ese buen tesoro que ha sido
colocado en nuestro corazón, es decir, el amor de Cristo, nos ayuda a crecer y
a brindar ayuda oportuna en estos tiempos de angustia. Por eso empecemos a
cultivar amistades conforme a los principios aprendidos hoy. Oración.
«Señor
Jesús, tú has sido mi amigo fiel, que dio la vida por mí, ahora quiero extender
ese amor hacia mis amigos, dando lo mejor del buen tesoro que colocaste en mi
corazón, por medio del Espíritu de amor y verdad. Gracias Padre por mis amigos,
bendícelos y permite que conozcan cada vez más a Jesús. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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