Diligencia y confianza en Dios. Parte 1
“El alma del
perezoso desea, y nada alcanza; más el alma de los diligentes será prosperada”.
Proverbios 13:4
“Encomienda
a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará”. Salmos 37:5
La Palabra
de Dios nos insta a poner diligencia en todo lo que hacemos, pues el fruto de
ser solícitos en nuestro trabajo nos llevará a lugares de prominencia y a tener
mayores responsabilidades (Proverbios 22:29).
Sin embargo,
todo inicia y se sustenta en la confianza en Dios, pues sólo Él sabe lo que nos
conviene y lo que realmente necesitamos; además el Señor nos da la fuerza, la
salud y su protección (Salmos 23:3-5).
Es decir,
que ambos principios actúan de la mano, la confianza total en Dios y el poner
diligencia en nuestro trabajo, ya que cuando disponemos en el Señor nuestro
trabajo o cualquier obra que hacemos, Él nos ilumina, nos da la claridad
necesaria para que sepamos qué y cómo hacer (Proverbios 16:3).
El trabajo
nos produce muchas veces angustia, debido a las responsabilidades que conlleva,
pero Dios tiene cuidado de nosotros, por eso podemos echar en Él toda nuestra
ansiedad (1 Pedro 5:7), y confiar en que el que todo lo puede y todo lo sabe,
dispondrá todas las cosas para nuestra bendición.
Así que, pongamos
en práctica estos dos principios, pues la confianza permanente en Dios nos debe
llevar a ser diligentes en todas nuestras tareas. Oración.
«Gracias
Señor porque puedo estar plenamente convencido de tu guía, protección y
provisión en todos mis asuntos, aún en los materiales, porque tú me muestras la
senda y me das la capacidad para hacer las cosas para tu gloria y honra. En el
nombre de Jesús. Amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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