El respeto y la honra a nuestros ancianos.
“No
reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a
hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con
toda pureza.” 1 Timoteo 5:1-2
“Delante de
las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás
temor. Yo Jehová.” Levítico 19:32
La Biblia,
en el Nuevo Testamento llama “ancianos” a los que han crecido y madurado en la
fe. (Hechos 14:23). Sin embargo, hoy vamos a reflexionar sobre nuestros adultos
mayores, ya que el menosprecio a ellos y la falta de atención a sus
necesidades, tanto afectivas y de salud, como también económicas, son síntomas
de una sociedad en decadencia, pues está olvidando y no valorando todo el
esfuerzo, el trabajo y la experiencia que dieron nuestros mayores. Esto causará
que falte la sabiduría y el buen consejo en una nación, pues la Palabra de Dios
nos enseña que “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la
multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:14); sobre todo si es un
anciano que ha puesto su fe en Cristo y obedece los principios de Dios,
aplicando lo que dice en Tito 2:2 “Que los ancianos sean sobrios, serios,
prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.”
Por honra,
por respeto, debemos entonces aplicar este principio “Oye a tu padre, a aquel
que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.”
(Proverbios 23:22). Esto traerá bendición abundante a nuestra vida, pues
recogemos lo que sembramos y si sembramos honra, recogeremos vida y bendición
(Efesios 6:2-3).
Si estás en
la edad adulta debes saber que “Corona de honra es la vejez que se halla en el
camino de justicia” (Proverbios 16:31) y que puedes colocar tu confianza en
Dios, pues Él te sostiene aún en tu vejez, pues Él promete que “Y hasta la
vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo
soportaré y guardaré” (Isaías 46:4). Oración.
«Padre,
gracias por enseñarme a dar honra y respeto a mis mayores, cuidar a mis padres
y prestar atención al anciano, para que mis días sean largos y reciba
bendición, pues también entraré en la edad adulta y quiero sembrar honra para
recoger bendición. Gracias Señor, en el nombre de Jesús, Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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