Tu fe te ha hecho salvo y sano
“Y él le
dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”,
Marcos 5:34
¿Qué es
aquello por lo que deseas ser sanado?, alguna enfermedad, alguna dependencia a
algo o a alguien que te destruye, lo sabes, pero no tienes la fuerza de
voluntad.
Jesús nos
salva y nos sana, por eso nos salva de la esclavitud del pecado, que trae como
consecuencia la enfermedad y la muerte, nos sana, primero espiritualmente,
luego de nuestras heridas emocionales causadas por el mismo pecado.
Esas
enfermedades espirituales, son el azote que nos quita vida y no nos deja
tenerla con libertad y propósito, también nos llevan a la tumba antes de
tiempo, porque son los frutos o consecuencias que deja el pecado. Ahora, si
pudieras salir del pecado solo con fuerza de voluntad, no hubiese sido
necesario que Cristo viniera a dar su vida por ti y por mi, pero el pecado
estaba insertado en nuestra naturaleza, en nuestro corazón, entonces Jesús nos
salva, aun de nosotros mismos, de nuestra propia naturaleza autodestructiva,
nos libera de la condenación y es poderoso para sanar hasta nuestras
enfermedades físicas.
Así que,
¿quieres ser salvo y ser sanado de tus azotes? Confía en Jesús, entrégale tu
corazón, Él está esperando que lo mires; una sola mirada de amor suya, una sola
Palabra que Él te diga, bastará para sanarte, y su gracia es suficiente para
que seas salvo por medio de tu fe en Él.
Oración.
«Señor por
tu gracia y tu gran amor, sálvame y sáname, quita todo pecado de mi vida que me
conduce a la enfermedad tanto física como espiritual y al dolor, al dolor de
una vida sin propósito. Sana mis heridas emocionales, enséñame a ser como tú, a
perdonar y a ser instrumento de tu amor. Amén.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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