Cristo sea
formado en nosotros
“Hijitos
míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros,” Gálatas 4:19
” Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí.” Gálatas 2:20
El anhelo de
Pablo, era enseñar la verdad de la Palabra de Dios a la iglesia, hasta que
Cristo se reflejara en el pensamiento, los sentimientos y la conducta del
creyente. Esta era la meta por la que luchaba arduamente, porque él mismo había
renunciado a sí mismo, a su orgullo, a su propia justicia, para ser hallado en
la fe de Cristo, con el fin de ser ejemplo a otros creyentes. (Filipenses 3:9)
Este debe
ser nuestro mismo sentir, nuestra lucha y meta, no vivir para nosotros mismos
sino para aquel que murió y resucitó por nosotros (2 Corintios 5:15); por esto,
el Padre envió al Espíritu de su Hijo a habitar en nosotros, para que unidos
con él, pudiéramos vivir siendo transformados de gloria en gloria a su
semejanza por la acción de su Espíritu en nosotros (2 Corintios 3:18). Es
decir, gracias a la acción de su Espíritu Santo en nosotros, cada vez nos
parecemos más a Jesús.
Y esto nos
lleva a tener el carácter santo de Cristo manifestado en acciones de amor; por
ejemplo, cuando clamamos al Padre por otras personas en necesidad, tomamos la
identidad de Cristo como dice la escritura: “Y por cuanto sois hijos, Dios
envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: !!Abba,
Padre!” (Gálatas 4:6); así como Cristo amó y oró por los transgresores (Isaías
53:12), nosotros clamamos, por medio de su Espíritu Santo, por otras personas y
por nuestros hermanos en la fe. A esto se refiere Efesios 6:18 cuando dice:
“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en
ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; “.
Orar por
otros es una de las formas en que Cristo es formado en nosotros día a día,
porque hacemos lo que él hizo por nosotros, cuando oró al Padre diciendo: “Mas
no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por
la palabra de ellos,” (Juan 17:20). Oración.
«Señor, que
Cristo more en mí gracias a la fe en su muerte y resurrección, y que ahora como
hijo tuyo, refleje su carácter, su amor y su entrega por otros.
Que yo no
viva para satisfacer mis deseos ni para practicar el pecado, sino para
agradarte en todo a ti, viviendo una vida de santidad y propósito. En el nombre
de tu Hijo amado, amén. Difundiendo el
mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último
de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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