Boga mar
adentro en tus relaciones
“Cuando
terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado
trabajando, y nada hemos pescado; más en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo
hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron
señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a
ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí,
Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el
temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él” Lucas 5:4-9
Necesitamos
bogar mar adentro en nuestras relaciones personales, sobre todo en la comunión
unos con otros. Como creyentes, nuestras relaciones personales deben tener el
fundamento de la comunión en la iglesia: “Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones” (Hechos 2:42).
La iglesia
es el plan de Dios para desarrollar una verdadera madurez espiritual, pues no
hay madurez o crecimiento fuera o lejos de la iglesia, “Y considerémonos unos a
otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca” (hebreos 10:24-25). Este pasaje no se
refiere solo al domingo, sino a todas las maneras y tiempos en que podamos
estar juntos y compartir nuestra fe, amor y esperanza en Cristo.
Lo anterior
estimula el crecimiento espiritual individual y grupal realmente, porque somos
capaces por el Espíritu de corregirnos y ayudarnos: “Hermanos, si alguno fuere
sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con
espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas
tentado” (Gálatas 6:1). También dice la escritura: “Confesaos vuestras ofensas
unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz
del justo puede mucho” (Santiago 5:16); lo que nos lleva a concluir que solo en
la interacción social de la iglesia, en la intimidad y comunión como hermanos
está la oportunidad de seguir creciendo y avanzando.
La iglesia
es el lugar perfecto para aplicar el conocimiento de Cristo que vamos
adquiriendo y bogar mar adentro en nuestras relaciones. Oración.
«Gracias
Señor Jesús porque diste la vida para que ahora yo viva en una familia
espiritual donde puedo crecer y practicar todo lo que nos has enseñado,
ayúdanos a glorificar al Padre teniendo comunión unos con otros, perdonando y
amándonos para que el mundo vea que tu Espíritu habita en nosotros. Amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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