El conocimiento de su voluntad,
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino
como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto,
no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.”
Efesios 5:15-17
Existe un interrogante bien interesante y que debería ser el
más importante en la vida de todo creyente al momento de tomar cualquier
decisión, y es el comprobar si es o no la voluntad de Dios. Personalmente a
menudo me pregunto si es la voluntad de Dios que me relacione con una u otra
persona independientemente si es para temas sociales, laborales o académicos,
así como también es de mi interés saber la voluntad de Dios respecto al día y
momento en el que debo ir a cierto lugar que tengo pendiente, y también me
inquieta conocer la voluntad de Dios respecto al orden en que debo hacer mis
actividades.
Como vemos, son aspectos del día a día, esas continuas y
grandes decisiones que tomamos en el transcurrir de nuestro presente y que
determinan nuestra vida misma, pues sé que todos en algún momento hemos dicho o
escuchado frases como: “si quizás hubiera salido cinco minutos antes” “si
hubiera dejado para mañana” “si no hubiese ido a ese sitio” y son expresiones
que muchas veces tienen terminaciones tristes o fatales. Sin embargo, así mismo
puede pasar que los comentarios sean tales como “llegue en el momento perfecto”
“era la persona indicada” o “salí justo a tiempo”
Ahora bien, ¿qué es lo que hace que en nuestro interior haya
gozo, paz, esperanza, humildad y agradecimiento, independientemente del efecto
o consecuencia que tenga nuestra decisión? Indudablemente es solo tener la
plena seguridad de que fue hecha conforme a la voluntad de Dios. Así que,
conocer o comprobar que esto o aquello es de acuerdo con la voluntad de Dios,
es la llave que nos da paso a una vida plena y abundante, pues nuestra fe nos
convence de que con absolutamente todo lo que nos sucede, Dios tiene un propósito.
Dicho esto, es importante también que conozcamos qué es lo que debemos hacer
para estar seguros de que esa decisión es la voluntad de Dios, por lo que te
invito a esperar y orar por el próximo devocional. Oración.
«Padre bueno, gracias por el amor que hizo posible que la
gracia de nuestro Señor Jesucristo permanezca en mí siempre; gracias porque
junto con tu Espíritu, tu gracia es todo lo que necesito para que mi vida sea
encaminada hacia tu buena, perfecta y agradable voluntad, gracias Dios, amén.
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